Heaer Parashá Vayetze

Parashá Vayetze

El nombre de esta sección de las escrituras se traduce como “la vida de Sara”.
Sara es conocida como la primera de las matriarcas y de su vientre provino el hijo de la promesa, de quien todo el pueblo de Israel descendió.
A pesar de que su vida no fue fácil, y por momentos su fe fue probada, Sara acompañó a Abraham hasta el final y su legado perdura hasta nuestros días.

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¿Estamos próximos al Segundo Éxodo?

Cada seguidor de Yeshúa ha sido llamado a salir del sistema del mundo, aunque lamentablemente, para muchos ha sido muy difícil discernir qué es lo de este mundo y qué es lo de Yehováh. 

Quienes hemos optado por seguir el Camino Estrecho de la Toráh,  en cierto sentido nos hallamos en el “desierto de las naciones”, y camino a la Tierra Prometida confiando en que el Mesías muy pronto establecerá Su Reino.

Cada seguidor de Yeshúa ha sido llamado a salir del sistema del mundo, aunque lamentablemente, para muchos ha sido muy difícil discernir qué es lo de este mundo y qué es lo del Reino de nuestro Padre Yehováh. La actual generación de creyentes está llamada específicamente a regresar a la justicia en la Toráh.

Yehováh está encontrándonos y en cierto sentido cortejándonos cara a cara, ofreciéndonos su Pacto de Matrimonio – Su Toráh. Muchos estamos aceptando tal ofrecimiento; hemos respondido a Su llamado y ahora estamos demostrando si en verdad vivimos o no según Sus Instrucciones (Toráh).

Algunos de quienes acepten este llamado, tendrán dificultades con la obediencia, tal como nuestros ancestros hebreos las tuvieron en el desierto aún después de haber entrado en el Pacto. Tengamos presente que si probamos la rebelión, no entraremos en Su Reposo,

…juré en mi ira que no entrarían en mi reposo. Salmo 95:11

porque la rebelión es prueba de falta de amor. Sin embargo, si alegremente vivimos en el Pacto con Él, nos será permitido entrar en Su Reposo!

Al decidir seguir fielmente a Yehováh, podemos llegar a estar en condiciones similares a las que tuvieron nuestros padres en el desierto: sin comida, sin agua, sin brújula, y en la actualidad, sin internet, electricidad, agua potable, celulares, ni redes sociales, cosas cuya ausencia haría que la vida de muchos fuera invivible; pero de eso se trata el desierto de la naciones.

Estamos rodeados por circunstancias que el enemigo ingenia continuamente para sacarnos de la obediencia a la Toráh y arrastrarnos dentro de los valores corruptos de este mundo. Pero de la misma manera que Yehováh gracias a Su Pacto, proveyó alimento, agua, protección y dirección, durante la experiencia en el desierto a nuestros ancestros Israelitas, también proveerá las mismas cosas a través del Ruaj Ha’Kodesh (Espíritu Santo) al Israel restaurado que está disperso en el desierto de las naciones. Conforme mantenemos nuestra mirada en Él y obedecemos Su dirección, entraremos -como lo hicieron Josué y Caleb – en Su Tierra Prometida: Su Reino!

El vínculo del Pacto

Si deseamos ser parte del Reino de Yeshúa, entrar en el pacto no es opcional, pero tampoco implica una atadura o esclavitud. El término: vínculo (hebreo: masoreth), habla de la clase de ligadura para las partes de un convenio, tal como sucede con aquellos que se consagran el uno al otro en matrimonio; es un compromiso mutuo y voluntario, del cual ninguna de las partes espera ser desligada.

Esta experiencia de vivir en el desierto-de-las-naciones, por llevar una vida de acuerdo a la Toráh y en oposición al sistema del mundo, es específicamente para la generación que vive justo antes del regreso del Mesías, y en el presente está siendo experimentada por aquellos que hemos declarado nuestra lealtad a Yeshúa. Somos quienes estamos recibiendo el llamado de Yehováh a salir del sistema del mundo que nos rodea, dejando atrás las tradiciones de hombres enseñadas por el sistema de la religión convencional.

Aquellos que escuchen y acepten el llamado habrán pasado bajo el cayado de Yehováh a Su Reino; estos habrán sido traídos dentro de los vínculos del Pacto! (Ezequiel 20:33-38). Somos la generación que está experimentando la “restauración de todas las cosas” prometida en Mateo 17:11 y anunciada por Pedro en Hechos 3:21-24. Somos la generación que verá regresar a Yeshúa en poder y gloria, y es nuestro deseo estar preparados para entrar en Su Reino, sin mancha ni cosa semejante, para ser la novia que retornará a su condición inicial antes del exilio de las diez tribus que terminaron siendo divorciadas por parte de Yehováh!

Por eso algunos de los sabios tropezarán; para que sean acrisolados, purificados y emblanquecidos hasta el tiempo del fin, porque aún es para el tiempo determinado. Daniel 11:35

Muchos serán limpios y emblanquecidos y purificados, pero los impíos seguirán procediendo impíamente y ninguno de los impíos entenderá, pero los entendidos comprenderán. Daniel 12:10

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La historia de los Libros Apócrifos

Las Biblias que tenemos hoy en día incluyen un compendio de libros que fueron escritos en un período determinado de la historia. La palabra canon, cuyo origen es generalmente trazado al griego κανών que es una vara para medir, proviene en realidad del aún mas antiguo hebreo קנה (cané) que es una caña, y, precisamente, se utilizaba para medir. Entonces podemos deducir que el canon bíblico se refiere al grupo de libros que tienen autoridad en cuanto a la doctrina religiosa, ya sea en el cristianismo, el judaísmo, o el catolicismo, cuyos respectivos cánones difieren el uno del otro.

De más está decir que dicha autoridad en materia doctrinal fue decidida por los líderes religiosos de aquella época, por lo cual es lógico atribuir cierta subjetividad en cuanto a tal selección. A pesar de que la mayoría de los cristianos consideran los 66 libros de su canon como los únicos “inspirados” o “dignos de tomarse como doctrinales”, la realidad es que dependiendo de la cultura religiosa en la que uno se haya criado, esto cambiará. Solo basta con imaginarse que hasta antes de Martín Lutero, obras tales como los libros de Tobit o Judit hubieran sido de común conocimiento.

 

JERUSALEM, ISRAEL – OCTUBRE 13, 2017: Uno de los Rollos del Mar Muerto, exhibido en el Museo de Libro. Israel Museum, Jerusalem. Israel

¿De cuándo datan estos libros?

El período bíblico que comprenden los libros apócrifos se limita mayoritariamente al período del Segundo Templo, entre los últimos profetas, concluyendo con Malaquías y la literatura neotestamentaria. Esto es entre alrededor del 300 AEC y el 50 o 100 EC. Existen obras posteriores a este tiempo que eran utilizadas por los llamados padres de la iglesia, pero estos serían incluidos en otra categoría ya que se relacionan exclusivamente con el Nuevo Testamento y fueron escritos incluso después de cerrado el canon judío, en el siglo I.

Uno de los libros más antiguos hallados entre los Manuscritos del Mar Muerto, en Qumrán, es el libro de Enoc. Este libro, que no fue incluido en el canon judío ni católico, aparece en más de diez manuscritos distintos en Qumrán, escrito en lo que se cree que es el arameo original. Las comunidades de creyentes en Siria y Etiopía también conservaron este libro, en sus propias lenguas (en Siria también se hablaba arameo pero tenía un tipo de escritura distinta, en contraste a los Esenios, que escribían arameo con las letras hebreas que conocemos hoy, las cuales son originalmente arameas).

Otras obras conocidas encontradas en Qumrán son el Libro de los Macabeos, ben Sirá y Tobit.

¿Quién decidió qué libros entraban al canon?

En el caso del judaísmo de Israel, se formó una asamblea rabínica que se congregó en la ciudad de Yavne alrededor del año 100 EC. A pesar de que la mayoría de los escritos en la Torá y los profetas eran aceptados ampliamente por todos, hubo cierta controversia alrededor de diferentes libros de entre los escritos, tal como el Cantar de los Cantares y Daniel, ya que este último estaba escrito en arameo. Una de las razones principales de porqué muchos de los libros apócrifos no ingresaron en el canon judío fue precisamente porque no existían copias en hebreo.

Otras comunidades judías no necesariamente aceptaron la autoridad del liderazgo rabínico de Israel y continuaron utilizando los libros que consideraban dignos de ser estudiados. Tal es el caso de la comunidad etíope de Beta Israel, que incluía entre otros los mencionados anteriormente, el libro de los Jubileos, el Testamento de Abraham, el Testamento de Isaac y el Testamento de Jacob.

La Iglesia Católica definió su canon en el Concilio de Roma en el cuarto siglo, comisionando a Jerónimo para que tradujese la lista del libros al Latin. En la Iglesia Oriental en Siria se manejaban distintas listas y nunca se determinó una decisión unánime con respecto al canon, pero algunas epístolas “extra” que pueden encontrar allí incluyen la Plegaria de Menashe y el Salmo 151, mientras que excluyen por ejemplo, el libro de Lamentaciones.

Con la reforma protestante Lutero decidió diferenciarse del canon católico y movió de lugar siete libros (Tobit, Judit, 1–2 Macabeos, Libro de la Sabiduría, Sirá, y Baruc), incluyéndolos en la sección de Apócrifos (“libros no considerados a la altura de las Santas Escrituras pero dignos de ser leídos y estudiados). Noten como a pesar de haberlos movido, al menos los incluyó y promovió su estudio. Lamentablemente esa distinción pavimentó el camino para que posteriormente sean excluidos del todo.

¿Es relevante estudiar estos libros?

Si nos limitamos a lo que dijo Martín Lutero, pues sí. Más allá de Lutero, vale la pena ahondar en el contexto histórico de cada obra. El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto brillaron una nueva luz al poder comprobar que las comunidades judías de este tiempo incluso en la Tierra de Israel consideraban muchas de estas obras dignas de ser estudiadas. En cada uno de estos libros podemos valorar no sólo mensajes éticos, morales o espirituales, sino también el entorno cultural del pueblo judío en un período de la historia que lamentablemente está ausente en nuestras biblias actuales.

Es nuestra intención en esta nueva Serie de Libros Apócrifos, poder ahondar en las más importantes de estas obras para complementar nuestro aprendizaje bíblico, ¡acompáñenos!

Contamos con una serie completa de programas de podcast en donde estudiamos los Libros Apócrifos, disponible en el Club de Patrocinadores.

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Parashá Toldot

Parashá Tol’dot

El nombre de esta sección de las escrituras se traduce como “la vida de Sara”.
Sara es conocida como la primera de las matriarcas y de su vientre provino el hijo de la promesa, de quien todo el pueblo de Israel descendió.
A pesar de que su vida no fue fácil, y por momentos su fe fue probada, Sara acompañó a Abraham hasta el final y su legado perdura hasta nuestros días.

Las tentaciones de yeshúa 1080 x 1080

Las tentaciones de Yeshúa y la Torá


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Parashá Jaiei Sara

El nombre de esta sección de las escrituras se traduce como “la vida de Sara”.
Sara es conocida como la primera de las matriarcas y de su vientre provino el hijo de la promesa, de quien todo el pueblo de Israel descendió.
A pesar de que su vida no fue fácil, y por momentos su fe fue probada, Sara acompañó a Abraham hasta el final y su legado perdura hasta nuestros días.

Emblemas de las Doce Tribus: Fila superior: Dan, Naftali, Yahudáh, Leví, Shimeon, Rubén Fila inferior: Benjamín, Yosef, Asher, Gad, Zebulún, Isacar

Las Bendiciones de las 12 Tribus de Israel

Sin duda alguna José recibe la mayor de todas las bendiciones por parte de su padre Jacob.

“Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los días venideros”.

De esta manera inicia el capítulo 49 del libro de Génesis, donde el patriarca Jacob está próximo a morir, pero no sin antes de profetizar sobre sus hijos lo que ha de acontecer en los últimos días. Demos un vistazo de cerca a las palabras pronunciadas por el patriarca hacia los hijos de Israel, las cuales tienen relevancia hasta nuestros días.

Las primeras palabras son para Rubén, el primogénito de Jacob. “Rubén tu eres mi primogénito, mi fortaleza y el principio de mi vigor” (Gen 49:3). Sin embargo, debido a que Rubén se acostó con Bilha, una de las concubinas de su padre, no llegó a ser “el principal” (Gen 49:4). Hay que recordar que el rol del primogénito es enseñar la rectitud y la justicia (la Torá) al resto de sus hermanos, y lamentablemente Rubén no logró ese objetivo.

En seguida tenemos las palabras para Simeón y Leví: “armas de iniquidad… porque en su furor mataron hombres” (Gen 49:5-6). Esto se debió al hecho de que Simeón y Leví tomaron venganza cuando su hermana Dina fue deshonrada por Siquem, hijo Hamor.

Judá es el siguiente en la lista. “Te alabarán tus hermanos… lo hijos de tu padre se inclinarán a ti” Gen 49:8. Judá tiene un liderazgo que lo distingue de sus hermanos, y por el contexto bíblico sabemos que de Judá viene el rey de Israel, ¡el Mesías!

A Zabulón se le profetizó que “habitaría en puertos de mar” (Gen 49:13). Resulta interesante que hay historiadores que se inclinan a pensar que descendientes de Zabulón se establecieron en los territorios que hoy en día se conocen como los Países Bajos. Holanda es un centro comercial y a través de sus puertos, es un punto de entrada para toda Europa.

La tribu de Isacar se ocupó de estudiar la Torá y entender los tiempos (1 Cr 12:32). La Torá es una medicina sanadora para todas las personas. Se cree que descendientes de Isacar se ubicaron en las naciones que hoy se conocen como Suiza y Finlandia. Tanto los suizos como los finlandeses tienen logros en investigación. Suiza es un centro internacional para investigadores. Tradicionalmente, muchos ganadores de premios Nobel, etc. viven en Suiza, aunque no hayan nacido allí. Suiza también es conocida por sus centros médicos e innovaciones pioneras en ciertos campos de la curación.

 

Emblemas de las Doce Tribus: Fila superior: Dan, Naftali, Yahudáh, Leví, Shimeon, Rubén. –  Fila inferior: Benjamín, Yosef, Asher, Gad, Zebulún, Isacar

 

Dan juzgará a su pueblo… tu salvación esperé oh Yehováh” (Gen 49:16,18). Sansón, uno de los jueces de Israel, era de la tribu de Dan y trajo salvación a Israel de sus enemigos. Curiosamente, el ejército israelí maneja una última estrategia de guerra llamada la “La opción de Sansón”, la cual es descrita en el libro de Seymour Hersh, que lleva por nombre el mismo título. En él se habla acerca del programa de armamento nuclear de Israel que se utilizaría en última instancia, y salvaría a Israel de un ataque devastador de parte de sus enemigos.

Historiadores judíos encuentra un paralelismo entre Gad y Elías, ya que piensan que Elías proviene de la tribu de Gad, y Elías apunta hacia la redención de Israel, así como a la restauración del corazón de los hijos hacia sus padres (Malaquías 4:5-6).

“El pan de Aser será substancioso” (Gen 49:20). El nombre Aser en hebreo puede sugerir una afirmación que es lo que recibimos cuando nuestras oraciones son respondidas. “Aser” también connota bendición y felicidad.

Neftalí, cierva suelta, Que pronunciará dichos hermosos” (Gen 49:21). Dichos hermosos significan palabras agradables que aclaran el juicio y establecen un consejo.

Sin duda alguna José recibe la mayor de todas las bendiciones por parte de su padre Jacob. Hay pensadores judíos que identifican a José hoy en día principalmente con los pueblos angloparlantes de ascendencia británica. Esto incluye a Norteamérica. Estos pueblos no siempre son tan buenos como les gustaría que los describieran. De hecho, son criticados de muchas maneras, sin embargo, el elemento de justicia existe entre ellos. Asumen que las cosas deben ir en un cierto orden de acuerdo con principios establecidos.

Y por último, aparece Benjamín, el hijo menor de Jacob. Existe una bendición conocida como “Oh Jerusalén” la cual se asemeja a Benjamín en el sentido de que su porción fue a ocupar la mayor parte de Jerusalén. Hoy en día Benjamín se identifica en gran parte con Judá, muy posiblemente con la sección asquenazí asociada con los judíos que se establecieron en Alemania. Jerusalén es la ciudad santa, la ciudad principal de las tribus israelitas y la futura capital mundial.
Estas son las doce tribus de Israel y sus respectivas profecías por parte de Jacob su padre, para los días que han de acontecer.
¡Shalom!