El registro del origen de Janucá se halla en el libro histórico de los Macabeos, el cual es parte de una colección de libros que fueron removidos de la mayoría de las Biblias, porque aquellas personas que definieron la lista oficial de los libros (canon) que compondrían la Biblia, no los consideraron inspirados.
Antioco Epifanes, un rey griego, invadió Jerusalén y prohibió la lectura de las Escrituras Sagradas, el servicio al Dios de Abraham (Yehováh) y profanó el Templo sacrificando un cerdo en el altar.
A pesar de la inferioridad numérica, un hombre de Israel llamado Judá lideró un ejército a la victoria sobre Antíoco y retomó el Templo. Luego, durante ocho días, llevaron a cabo la re-dedicación del Templo al Todopoderoso. En conmemoración, ellos instituyeron la Fiesta de Janucá.