Eventualmente, Lot sale de Sodoma con su familia, sin embargo su esposa se convierte en una estatua de sal al desobedecer la indicación de los mensajeros de no mirar la ciudad en llamas.
Finalmente, llegamos a un punto inesperado del relato… Yehováh prueba el corazón de Abraham ordenándole que sacrifique a Isaac. Es aquí donde alcanzamos el clímax de la historia ya que Abraham sigue la instrucción divina, ata a su hijo Isaac y lo coloca sobre el altar, y justo cuando levanta el cuchillo para sacrificarlo, una voz del cielo lo detiene… En ese momento, Yehováh provee un carnero para el sacrificio, quedando demostrado así la fidelidad de Abraham para con el Todopoderoso.