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Señales Inequívocas del Fin de la Era

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Asimismo, como ocurrió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y los destruyó a todos. De la misma manera sucederá el día en que el Hijo del Hombre sea manifestado.  Lucas 17:28-30

En repetidas ocasiones, Yeshúa declaró que previo a su regreso la situación sería similar a los días que antecedieron al Diluvio y al castigo de Sodoma y Gomorra. ¿Y cuáles eran esas condiciones? Ni más ni menos, las mismas de las que estamos siendo testigos. Veamos:

  • Abortos– equivalente a los sacrificios de niños que se ofrecían a los demonios, despreciando la vida dada por el Creador.
  • Codicia– Deseo insaciable por obtener cosas materiales. Al presente casi todas las actividades de la vida, tienen que ver con la compra y venta de algún producto. El ser humano es insaciable y no se avergüenza de ello.
  • Uniones libres – Fornicación – Adulterio.Las relaciones de pareja se han degradado al plano meramente físico y en el mejor de los casos, el matrimonio es solo una actividad social, sin compromiso alguno.
  • Excesos en la comida y la bebida– Hoy, la proliferación de comidas exóticas e inmundas conducen a la gula y a la dependencia de ellas; algo similar ocurre con las bebidas, y la salud pobre es la consecuencia de tales excesos.
  • Producción industrial de alimentos– Mediante semillas manipuladas genéticamente unas pocas compañías producen el alimento para la humanidad porque a la mayoría de la gente se la tiene agrupada en ciudades, desconectándolas de la Creación y de Su Creador.
  • Edificaciones sin precedentes– como una respuesta a la necesidad de las multitudes hacinadas en los centros urbanos.

Ante todo lo anterior, no necesitas ser una persona científica o profeta para identificar las condiciones actuales. Basta abrir los ojos y mirar a tu alrededor. Por supuesto no hemos mencionado todas las otras situaciones que también están ya presentes: Terremotos frecuentes, enfermedades a causa de la ignorancia de la gente que sigue confiando ciegamente en los sistemas oficiales de salud, contaminación de nuestro planeta, desequilibrio total del delicado sistema creado por Yehováh… etc.

Entonces, pregúntate si realmente crees que esto va a mejorar por medio de un partido político o de un líder humano. Si tu respuesta es negativa, hazte esta otra pregunta: ¿qué tanto va a durar esta situación? Se necesitaría de ingenuidad y candidez para afirmar que “de alguna manera” los líderes políticos hallarán las respuestas a todo este caos. No. La situación va a empeorar porque así está previsto.

Yeshúa nos advirtió con anticipación que esto sucedería; y es más, nos animó a levantar el rostro porque cuando esto se esté cumpliendo, significa que nuestra liberación está cerca. Esta previsto que estas cosas sucedan antes de su regreso a establecer un reino de justicia real y de paz.

No hay lugar para el temor porque tenemos la esperanza puesta en las promesas de nuestro Padre Eterno Yehováh quien oportunamente intervendrá para rescatar a su remanente fiel que se ha apartado del sistema contaminado y que ha puesto su confianza en Él. Es tiempo de alinear tu vida diaria a sus mandamientos. Si no lo has hecho aún, ¿qué esperas?

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Cómo defenderse de los Virus

Yeshúa declaró:
Conoceréis la Verdad y la Verdad os hará libres.

La Dra. Judy Mikovitz, nos proporciona su versión del origen y desarrollo de la actual pandemia y nos insta a investigar sus fuentes para verificar la autenticidad de su información. Esta entrevista abrirá sus ojos y le proveerá formas para defender su salud y la de los suyos.

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¿Cómo identificar a un profeta verdadero?

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Mateo 21:23-27

Semana 63 del Ministerio de Yeshúa

En esta ocasión Yeshúa viene al Templo a enseñar, y algunos de los principales sacerdotes y ancianos del pueblo cuestionan la procedencia de la autoridad de Yeshúa,

“¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?” Mt 21:23.

De inmediato, Yeshúa les responde haciéndoles una pregunta que los pone contra la pared: “El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres?”. La dinámica que Yeshúa les plantea era muy simple; si ellos respondían a la pregunta, Yeshúa les contestaría la pregunta que ellos le habían hecho inicialmente. Los principales sacerdotes y ancianos decidieron mejor no hacerlo, ya que llegaron a la conclusión de que se verían expuestos delante de Yeshúa y del pueblo:

“Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta. Y respondiendo a Yeshúa, dijeron: No sabemos.” Mt 21:25-27.

Algo muy importante que podemos rescatar de este confrontamiento entre los sacerdotes y Yeshúa es que ellos sabían que el pueblo reconocía a Juan “el bautista” (Yojanán Ben Zejariah) como un profeta verdadero, enviado de parte de Dios.

Algo similar se nos dice acerca del profeta Samuel: 

Y todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, conoció que Samuel era fiel profeta de Yehová” 1 Samuel 3:20.

Hoy en día vemos muchas personas (hombres y mujeres) que se levantan proclamando que son enviados del cielo. Pero ¿cómo saber cuándo un hombre es un profeta verdadero enviado del Altísimo? ¿Cómo podía el pueblo distinguir entre un hombre de Dios y un falso maestro? El versículo 19 del capítulo 3 de 1 Samuel nos da una clave:

Samuel creció, y Yehováh estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.

Esto confirma una de las instrucciones que Moisés nos dejó en la Torá para poder distinguir a un profeta verdadero de un profeta falso:

Si se levantare un profeta y “hablare en nombre de Yehováh, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Yehováh no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él”
Deuteronomio 18:22.

Otra instrucción que encontramos en la Torá para identificar un falso profeta es la siguiente:

“Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y os anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que tú no conociste y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Yehováh vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Yehováh vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma”
Deuteronomio 13:1-3.

¡Hermanos, sepamos distinguir entre los verdaderos hombres de Dios y los falsos profetas!