Cómo ser GRANDE en el Reino
Mateo 20:17-20
Semana 62
Por: Harold Calvo –
El sistema actual nos ha enseñado que la manera de destacar y de ser “Grandes” en este mundo es estando por encima de los demás. De hecho, esta forma de pensamiento no es algo que surgió recientemente, sino que ha estado desde tiempos muy antiguos.
En los Evangelios Cronológicos vemos como este comportamiento se refleja en la madre de dos de los discípulos de Yeshúa, que deseaba de alguna manera, que sus hijos estuvieran por encima del resto de sus compañeros:
“Ella le dijo a Yeshúa: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”
Mateo 20:21.
Como padres, sin duda alguna, siempre vamos a querer lo mejor para nuestros hijos, pero en esta ocasión, a pesar de que la madre de Jacobo y Yohanán tenía la mejor intención, esta no era la manera correcta. En el Reino de los Cielos, las cosas funcionan muy diferente a como funcionan en los reinos de este mundo:
“Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así…”
Mateo 20:25-26.
En otras palabras: “¿ustedes creen que, para ser grandes, hay que aplastar, subyugar y dominar a los demás? ¡Están muy equivocados! En el Reino de mi Padre, esto opera a la inversa…” Y es aquí donde Yeshúa nos revela como ser Grande en el Reino:
“El que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo”
Mateo 20:26-27.
¿Queremos ser Grandes en el Reino? ¡Sigamos el ejemplo de Yeshúa y empecemos por servir a los demás!
Shalom (שָׁלוֹם) – Más que un saludo
Por: Tzvi ben Daniel –
Una de las palabras hebreas más conocidas entre la gente que no conoce mucho hebreo es “shalom”. La palabra shalom se utiliza en el hebreo moderno como saludo, tanto para decir “hola” como “chau” y también es utilizada para desear “shabat shalom”. El significado más básico de la palabra es “paz”. Pero en realidad, va mucho mas allá…
La palabra shalom (שָׁלוֹם) viene del verbo shalem (שָׁלַם) que significa: “completar” o “hacer que algo se llene o complete”. También es utilizado para referirse a “pagar” o “restituir”, ya que cuando pagamos por algo estamos en realidad dando una contraprestación por un bien o servicio recibido. Es decir, estamos dejando un balance “completo”.
“El dueño de la cisterna pagará (ieshalem – יְשַׁלֵּם) el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo.” (Éxodo 21:34)
En este, así como en muchos otros casos, vemos como el acto de pagar tiene que ver con una restitución por algo que se debe.
Resulta muy interesante que la palabra shalom también se utilizaba en tiempos bíblicos para saludar, pero esto se perdió en la traducción:
“Entonces les preguntó Yosef cómo estaban” (Gen 43:27)
En hebreo dice: Yosef les pregunto por su shalom, lo cual es mucho más profundo y significativo que el simple “¿cómo estás?”. Tiene que ver con el bienestar, la salud y la cualidad de estar ‘completo’ de un ser humano.
Por consiguiente, ahora puede usted tener un significado que abarca mucho más, cuando lea estas palabras en las escrituras; en especial con relación al concepto de “paz”. Y de la misma manera cuando “ore por la paz de Jerusalén”, podrá comprender que significa mucho más que la simple ausencia de guerra; oramos más bien por esa restauración, aquel momento en que todo sea cumplido o “completo”, y podamos al fin vivir en shalom.
…Yeshúa mirándole, le amó
Marcos 10:17-31
Semana 62
Por: Harold Calvo –
“Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” le preguntó un joven rico a Yeshúa y él le respondió: “Guarda los mandamientos”. Resulta muy interesante que Yeshúa no le citó mandamientos relacionados con guardar el Shabat, las Fiestas del Señor, o la dieta del Creador (los cuales quizás requieren tener una mayor revelación de la Toráh de Yehováh) sino que le citó mandamientos universales, que cualquier persona común y corriente puede guardar independientemente de su conocimiento bíblico:
“No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre” Marcos 10:19.
A pesar de que Yeshúa no entró en tecnicismos con el joven rico, aún así, éste le respondió diciendo que él ya cumplía con todos esos mandamientos desde joven:
“El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud” Marcos 10:29.
Y es aquí donde una vez más podemos ver la misericordia y el amor del Padre reflejado a través de Yeshúa, cuando se nos dice que “Yeshúa mirándole entonces, le amó”. Observe que el pasaje no dice que Yeshúa haya cambiado su discurso diciendo: “esta bien, no hay problema, puedes heredar la vida eterna, nos vemos en el Reino”. ¡No! Se nos dice que Yeshúa mirándole le amo y le dijo:
“Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme…” Marcos 13:21.
Puedo imaginarme a Yeshúa como un padre amoroso, revelándole a este joven uno de los secretos más valiosos del Reino: “Puedes guardar todos los mandamientos que haya, pero mientras pongas tu confianza en tus riquezas, no entraras en el Reino de los Cielos”.
¿Dónde está puesta nuestra confianza?
Yeshua y el Divorcio
Mateo 19:1-12
Semana 62
Por: Harold Calvo -
¿Acaso no es cierto que en la ley de Moshé le está permitido al hombre divorciarse de su mujer? Algo similar a esto fue lo que le preguntaron a Yeshúa unos fariseos que vinieron para tentarle:
“Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa?… Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moshé dar carta de divorcio, y repudiarla?” Mateo 19:3,7.
En primer lugar, es importante aclarar que las palabras “ley de Moshé” se utilizan solo para referirse a la Toráh de Yehováh la cual fue recibida por Moshé en el Monte Sinaí.
“Y habló Yehováh todas estas palabras, diciendo…” Éxodo 20:1.
En otras palabras, a Moshé no se le ocurrió decir “estas palabras”, él simplemente fue el instrumento que Yehováh utilizó para hacernos llegar el mensaje de la Toráh.
En segundo lugar, la razón por la que estos fariseos tientan a Yeshúa, es porque ellos habían inventado maneras para “librarse” de los mandamientos de la Toráh, con el propósito de justificarse respecto al adulterio. El tema aquí en cuestión era el de volverse a casar por segunda o tercera vez de una manera premeditada, divorciándose con el “respaldo de la ley” con el fin de casarse con otra mujer (más bonita o más joven), y despreciando y dejando desampara a la primera esposa.
Pero, ¿a que se referían los fariseos cuando dijeron que “mandó Moshé dar carta de divorcio, y repudiarla?”. Esa referencia se encuentra en Deuteronomio 24:1-2:
“Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa indecente, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa. Y salida de su casa, podrá ir y casarse con otro hombre”.
Es aquí donde la sabiduría y el entendimiento de Yeshúa vuelve una vez más a dejar sin palabras a los fariseos de la época cuando les explica el espíritu mismo de la Torah con respecto al divorcio:
“Por la dureza de vuestro corazón Moshé os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así” Mateo 19:8.
¡Yeshúa les estaba diciendo que el divorcio se estableció por culpa de la dureza del hombre; la voluntad del Padre siempre ha sido y será que el hombre permanezca al lado de su mujer, respetándola, amándola y cuidándola ya que esto es una figura de Yeshúa amando y cuidando a su amada Israel!
Ivrí (עִבְרִי) – hebreo
Por: Tzvi ben Daniel -
El hebreo es la lengua de la Torá, pero también es la manera en que se denomina al pueblo de Yehováh. ¿Quién es un hebreo, y qué es un hebreo?
A pesar de que al pueblo del Eterno se lo conoce como Israel, recuerde que Israel fue el nombre que recibió Ya’akov luego de luchar con el ángel. Pero el título de hebreo, o Ivrí (עִבְרִי) precede a Ya’akov por varias generaciones.
La primera persona en ser llamada hebreo en las escrituras fue Avraham, en Genesis 14:13:
Y vino uno de los que escaparon, y lo anunció a Avram el hebreo (Ivrí), que habitaba en el encinar de Mamre el amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, los cuales eran aliados de Avram.
Posteriormente, Yosef es llamado un hebreo en Mitsráyim (Egipto) y todos los hijos de Israel son llamados de esa manera a lo largo del libro de Éxodo, tal como en el siguiente ejemplo:
Entonces Yehováh dijo a Moshé: Entra a la presencia de Faraón, y dile: Yehováh, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. (Éxodo 9:1)
La palabra Ivrí, hebreo, viene original y lingüísticamente del nombre Ever (Heber), quien fue el nieto de Shem (Gen 10:21). Ever significa literalmente “más allá” o “del otro lado”.
La tradición asocia esto y, posteriormente el nombramiento de Avraham como un Ivrí con “el otro lado” del río Eufrates. La región de Mesopotamia de donde vinieron nuestros patriarcas a la tierra prometida.
En un sentido espiritual, el cruzar “al otro lado” tiene que ver con dejar la vida de esclavitud a la carne en pos del servicio a nuestro espíritu y a Yehováh.
Y aconteció que mientras iban, ¡fueron limpiados!
Lucas 17:11-18:14
Semanas 58-61
En la lectura de hoy nos encontramos con otra enseñanza preciosa de parte del maestro. Se nos dice que Yeshúa va de camino a Jerusalén, pasando por Samaria y Galilea. Estas ciudades eran conocidas por que ahí habitaban gentiles.
Cuando Yeshúa entró en una de estas aldeas, diez leprosos le salieron al camino y clamaron:
“¡Yeshúa, Maestro, ten misericordia de nosotros!”
Lucas 17:13.
(Estos diez leprosos podría ser una representación de las diez tribus de la Casa de Israel, que se gentilizó, 1 Reyes 11:31).
Yeshúa les ordena a ir a presentarse delante del sacerdote en el Templo, para dar testimonio de su sanidad, y para cumplir así el mandamiento prescrito en la Toráh:
“Esta será la ley para el leproso cuando se limpiare: Será traído al sacerdote…”
Levítico 14:2.
Lo más interesante aquí es que Yeshúa no había proclamado una sanidad sobre ellos, sino que la sanidad se manifestó a medida que los leprosos obedecieron y fueron al Templo:
“Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes.
Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados”
Lucas 17:14.
Hermanos, es mi oración que nuestra fe sea como la de estos diez leprosos, que sin haber visto aun su sanidad, creyeron a la palabra del Maestro, y entonces ¡fueron limpiados!