shutterstock_781252021

Siempre tendréis a los pobres con vosotros

Marcos 14:3-9
Semana 62 del Ministerio de Yeshúa

Audioblog

Nno sabemos si en un futuro nuestra condición o la de alguno de nuestros familiares se vaya a ver deteriorada.

No tengo duda de que la mayoría de nosotros estamos familiarizados con el episodio acerca de la vida de Yeshúa, estando él en casa de Simón, el que fue sanado de lepra, cuando de repente apareció una mujer con un vaso de alabastro de perfume muy costoso, y lo utilizó para ungir al Maestro.

Sabemos que los que estaban presentes se escandalizaron y mostraron su lado “piadoso” diciendo que no era posible que se desperdiciara tal perfume, y que hubiera sido mejor venderlo por más de trescientos denarios.

Sin embargo, hay un aspecto en medio de estos pasajes que me gustaría destacar y que está relacionado con el Reino de los Cielos. Si bien es cierto que Yeshúa les dice que lo sucedido con la mujer y el perfume no fue una mala acción, él una vez más vuelve a presentarnos un principio del Reino que tiene que ver con los pobres:

“Siempre tendréis a los pobres con vosotros y cuando queráis les podréis hacer bien…” Marcos 14:7.

Y es aquí donde quiero detenerme un momento para motivarlos a meditar y a tomar acción al respecto. Es evidente que el corazón del Padre se inclina hacia aquellos que están en mayor necesidad y son los que más sufren en nuestra sociedad; hablo de los pobres.

Desde los tiempos de Moisés sabíamos que los pobres siempre estarían en medio de nosotros, y es nuestra responsabilidad velar por el bienestar de ellos:

Porque no faltarán menesterosos en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre y al menesteroso en tu tierra” Deuteronomio 15:11.

La vida da muchas vueltas y no sabemos si en un futuro nuestra condición o la de alguno de nuestros familiares se vaya a ver deteriorada, pero en la medida de lo posible, siempre que podamos extender una mano amiga a aquellos menos afortunados que nosotros, hagámoslo con un corazón contento.

¡Las Escrituras dicen que Yehováh mismo cuidará de los que tengan cuidado del pobre!

Note la bendición de dar al necesitado:

Bienaventurado el que piensa en el pobre;
En el día malo lo librará Yehováh. Yehováh lo guardará, y le dará vida; ¡Será bienaventurado en la tierra!” Salmo 40:1-2.

CP_121 - parasha 37 Shelaj leja -1920x1080

Parashá Shaj Lejá
Números 13:1 – 15:41


PATROCINADORES EXCLUSIVOS

Para acceder a este contenido, debe ser miembro de Club de Patrocinadores o iniciar sesión.

IMG_20220609_121615_200

La Tribulación y El Arrebatamiento

¿Qué hay del rapto? ¿Es bíblico? Y si lo es, ¿ocurrirá antes o después de la tribulación? ¿Qué dicen las Escrituras? ¿Qué dijeron los profetas? ¿Qué dijo Yeshúa al respecto? ¿Por qué es importante estudiar la profecía bíblica? ¡Estas y otras preguntas las analizamos en este programa de Un Rudo Despertar Radio!

Click aquí para descargar el estudio completo en PDF

Young furious caucasian businessman shouting and pointing camera . Angry man and cursing .Anger, emotions, aggression,  Negative human emotions concept

¿Por qué a veces somos hostiles con Yehováh?

Audio Blog

Vergonzosamente, muchas veces nosotros actuamos de manera hostil ante las Instrucciones (Toráh) de Yehováh

¿Te has encontrado alguna vez de frente con un perro hostil? No importa que tengas una actitud amigable o temerosa o neutra, él siempre te mostrará los dientes tratando de amenazarte o agredirte.

Vergonzosamente, nosotros actuamos de la misma manera muchas veces ante las Instrucciones -Toráh- de Yehováh.

Para ayudarnos en la compresión del tema, veamos un par de definiciones:

  • Hostil: contrario o enemigo. 

  • Hostilidad: indica una actitud provocativa y contraria, generalmente sin motivo alguno, hacia otro ser vivo. Implica una conducta abusiva y agresiva que puede reflejarse en violencia emocional o física, ya sea de una sola persona, de un grupo pequeño o de una gran cantidad de gente, y estar dirigida, de igual forma, a uno o más sujetos.

Hay perros hostiles que muerden aún la mano de su amo.

Levítico 26:14 -41 nos declara de manera precisa y muy detallada lo que Yehováh considera hostilidad hacia Él: Desobediencia a la Toráh, rechazo y desprecio de sus leyes y quebrantamiento del Pacto que hicimos con Él.

Esto fue precisamente lo que hicieron nuestros padres, cuando habiendo sido exiliados por mano de los Asirios, fueron expulsados de la tierra que Yehováh nos había entregado como herencia.

De una manera persistente, ellos prefirieron abandonar la instrucción que Yehováh les había provisto para que fueran la nación más bendecida de la tierra. Entonces sustituyeron la Verdad por la mentira que los esclavizó y les llevó a vivir en condiciones deplorables.

En el pasaje, Yehováh advierte tres veces, en los versos 21, 24 y 28 que si al traer disciplina sobre ellos, no hay reacción, entonces multiplicará el castigo por siete. Y eso es lo que finalmente se cumplió porque la Casa de Israel, que originalmente debía estar en el exilio por 390 años de acuerdo a Ezequiel 4:5, ha estado en tal condición por 2730 años (390×7).

El tiempo de este exilio terminó alrededor del año 2009, cuando comenzó este despertar e interés por la identidad Hebrea. Pero siempre la pregunta permanece: ¿Continuaremos hostiles hacia Yehováh? Es decir, ¿mantendremos una actitud de desprecio por la Toráh, por sus estatutos, ordenanzas, mandamientos, reglas, celebraciones y testimonios quebrantando el Pacto que hicieron nuestros padres?

El propósito de Yehováh al darnos su Toráh no fue otro que equiparnos para vivir protegidos por Él y sus bendiciones. En la Toráh nos está revelando, en parte, la manera como organizó su Creación y cómo esta funciona; por eso, si seguimos sus instrucciones lograremos sincronizarnos con Su Plan y nuestras vidas tendrán sentido. Pero ignorarlas o contaminarlas añadiendo cosas o mezclándolas con tradiciones y costumbres heredadas, es asumir una actitud hostil, desconfiada, agresiva y rebelde que traerá consecuencias funestas a nuestras vidas.

Si a pesar de todo esto no me obedecéis, sino que procedéis con hostilidad contra mí, entonces Yo procederé con hostilidad airada contra vosotros, y yo mismo os castigaré siete veces por vuestros pecados.

Levítico 26:27–28, LBLA

Ahora bien, la hostilidad de Yehováh no es comparable con la nuestra. Es curioso, porque nuestra hostilidad hacia Él, nos afecta a nosotros principalmente por las consecuencias que conlleva. El no se ve afectado en lo absoluto. Y con la hostilidad de Yehováh hacia nosotros, también llevamos las consecuencias! solo que peores… o mejor dicho multiplicadas por siete! 

Seamos buscadores de la misericordia y gracia de nuestro Padre en lugar de provocar Su hostilidad porque siempre llevaremos las de perder; y cosa difícil y dolorosa será enfrentarnos con ella.