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El Calendario de Yehováh

La práctica del Calendario de Yehováh, nos ayudará a comprender más claramente los tiempos proféticos, las Escrituras y los Planes de nuestro Padre.

El énfasis sobre la importancia de conocer y entender el Calendario de Yehováh, nunca será exagerado, porque los eventos proféticos de las Escrituras no están en manera alguna, alineados con el calendario que utiliza el mundo día a día. Por esto, muchos serán sorprendidos como ladrón en la noche. A continuación una breve introducción al tema.

Los Días

Desde el momento en que nacemos, comienza la cuenta del tiempo para cada uno de nosotros. De acuerdo a la fecha en que nuestros padres afirman que fuimos dados a luz, empezamos a contar los días, las semanas, los meses y los años. Ese día especial que celebramos cada año, comienza a las 00:00 horas, es decir a la media noche; y termina un segundo antes de la media noche del día siguiente. Sin embargo nuestro Padre Eterno definió de otra manera el inicio y el final de los días. Cuando leemos el relato de la Creación en la Biblia, cada etapa del Proceso, se describe como:

“y fue la tarde y la mañana un día” Génesis 1.5

Los días pues, comienzan a la caída del sol y terminan 24 horas después cuando el sol se oculta de nuevo.

Las Semanas

La Escritura sólo da nombre al séptimo día: Shabbat en Hebreo (sábado en Castellano). Los demás días se reconocen como: el primer día de la semana, el segundo día de la semana y así sucesivamente, hasta el sexto. Únicamente la Biblia RVR 1909, mantiene el nombre del Sábado para ese día. Todas las otras traducciones cambiaron la palabra Sábado, por la expresión: “día de reposo”, dificultando de esa manera tanto el reconocimiento del Shabbat como el cumplimiento de lo ordenado por nuestro Padre Eterno. 

Los Meses

Según las Escrituras, los meses comienzan con el novilunio o la aparición de la primera porción de la luna, luego de las noches en las que no ha sido visible. (Aclaración: La luna nueva astronómica, es un evento calculado que sucede en un instante cuando ésta entra en conjunción con el sol, una de las noches en las que la luna no es visible.)

Ciclos de la Luna

Cuando el Templo en Jerusalén aún estaba en pie, era imperante que dos personas dieran testimonio ante el sumo sacerdote de haber observado a simple vista la primera fracción de la luna’ este entonces procedía a declarar ese día (que ya había iniciado a la caída del sol), como el inicio de un nuevo mes. 

Los Años

El calendario que usamos actualmente, es solar. Significa que calculamos el tiempo en función del sol exclusivamente; sin embargo, nuestro Padre Yehováh administra su Creación conforme a Su calendario que es lunar-solar, haciendo el uso conveniente de los dos astros.

Dios determinó cuando se inician los años:

Habló Yehováh a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. Exodo 12.1-2

En ese momento, el pueblo Hebreo se hallaba a punto de ser liberado de su esclavitud en Egipto. Era la primavera, cuando todas las plantas están reverdeciendo y regresa la vida luego del frío invierno. El inicio de ese primer mes lo determinó la luna nueva. Posteriormente Yehováh dio instrucciones en cuanto a una segunda condición que se debería tener en cuenta para determinar el inicio de los años: el estado de madurez de la cebada:

Vosotros salís hoy en el mes del aviv. Exodo13.4

La Fiesta de los Panes sin Levadura guardarás; siete días comerás pan sin levadura, según te he mandado, en el tiempo señalado del mes del aviv; porque en el mes del aviv saliste de Egipto. Exodo 34.18

Aviv no era el nombre del mes, sino la condición de la cebada: si se halla encierta condición de madurez y próxima para ser cosechada, se dice que está “aviv”.

Ahora ya sabemos todo lo que necesitamos para determinar cómo iniciar los años en la actualidad, siguiendo las instrucciones de la Toráh. En resumen: si la cebada está aviv, el día que aparece la primera fracción de la luna, entonces se declara el inicio de un nuevo año.

La manera de entender cómo opera este calendario, es practicándolo, al celebrar las Lunas Nuevas, teniendo presentes las Fiestas de Yehováh, guardando el Shabbat como último día de la semana y tomando conciencia del inicio de cada día a la ocultarse el sol. Esto nos ayudará a comprender más las Escrituras y los Planes de nuestro Padre.

Aclara las dudas sobre el Calendario

El libro de Melquisedec

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Soy Israel

Nuestra Identidad Hebrea

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En algún momento de la historia, las ovejas de la Casa de Israel fueron repudiadas y desechadas por Yehováh.

Si bien es cierto que todos tenemos una identidad o nacionalidad del país donde nacimos, ¿se ha preguntado usted alguna vez de dónde proviene ese deseo interno por conocer la verdad acerca de su identidad como pueblo de Dios?

Más allá del hecho de haber sido criado en el seno de una familia creyente o incluso de haber asistido a una iglesia dominical por mucho tiempo, compartiendo con otros hermanos su fe y experiencias de adoración, aún así persiste una inquietud en su corazón de seguir, obedecer y conocer aún más al Dios de Israel, ¿le ha sucedido?

Si su respuesta es afirmativa, quiero decirle que no se encuentra solo. A muchos nos ha ocurrido lo mismo y estamos en la misma búsqueda de querer resolver ese sentimiento profundo de amor por Dios y por su pueblo Israel.

Quiero compartirle una posible respuesta a esta inquietud, y la misma se encuentra en la historia del pueblo de Israel. Vayamos al primer libro de Reyes, capítulo 11.  A causa del pecado del rey Salomón, Yehováh dividió el reino de Israel en dos: la Casa de Judá y la Casa de Israel. La Casa de Judá, a pesar de haber sido llevada al exilio a Babilonia por causa de su pecado, pudo regresar a la tierra (de Israel), por la gracia del Altísimo preservar la Torá de Yehováh hasta el día de hoy. Mas no sucedió igual a la Casa de Israel; porque fue tomada en cautiverio por el imperio Asirio y eventualmente fue dispersada por el resto de las naciones.

En algún momento de la historia, las ovejas de la Casa de Israel fueron repudiadas y desechadas por Yehováh (Oseas 1:6,9) pero Él mismo prometió que eso no sería para siempre (Oseas 2:19-20,23).

Veamos ahora cómo el profeta Ezequiel menciona una hermosa profecía donde la Casa de Judá y la Casa de Israel volverán y serán una sola nación, y su siervo David reinará, y Yehováh habitará en medio de ellas. 

Así ha dicho Yehováh el Señor: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios. Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. Habitarán en la tierra que di a mi siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre. Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo” Ezequiel 37:21-27.

Quizás esta profecía sea la respuesta que usted andaba buscando, confirmando así su identidad hebrea, como parte de la Casa de Israel que fue dispersada por todas las naciones, pero que un día será llamada nuevamente a regresar a casa, de vuelta a su hogar con nuestro Padre Yehováh.

¡Shalom!

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El Calendario del Creador
Episodio 3

En este tercer estudio de once partes, continuaremos exponiendo el cálculo original del tiempo establecido por El Creador, para que nosotros como “hijos de la luz” no seamos ignorantes de sus tiempos y estaciones. Si deseamos entender los evangelios y el ministerio del Mesías; entender el Calendario del Creador y las Fiestas del Señor, se convierte en una necesidad, y no en una opción.

Volveremos a retomar el texto de 1 Tesalonicenses en el capítulo 5 para seguir entendiendo cuál era la mentalidad de los primeros creyentes en el Mesías Yeshúa:

Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba. Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche.
1 Tesalonicenses 5:1-2

Click aquí para descargar el estudio completo en PDF

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El Shabbat – El Primer Mandamiento

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El Shabbat es definido en la semana de la creación, al comienzo del libro de Génesis.

Cuando una persona comienza a profundizar en el estudio de la Biblia y deja atrás los condicionamientos religiosos, se da cuenta de que hay muchísimos mandamientos contenidos en las páginas de la Torá. No por casualidad, la palabra Torá es traducida como ley, a pesar de que la traducción más adecuada sería instrucción.

Estas instrucciones no fueron creadas por el Todopoderoso para abrumarnos ni condicionar nuestra existencia a un confinamiento religioso, sino para aprender a manejarnos en este mundo y poder guiar a nuestras familias y comunidades.

De acuerdo a una cuenta rabínica, existen 613 mandamientos contenidos en los primeros 5 libros de la Biblia. Debemos tener en cuenta que no todos aplican a todas las personas. Muchos de esos mandamientos están exclusivamente relacionados con el servicio del Templo y el sacerdocio, otros son sólo para los jueces, o sólo para las mujeres, u hombres, etc.

La mayoría de la gente conoce los Diez Mandamientos, que representan las declaraciones que el Creador mismo pronunció desde el monte Sinaí y le dictó a Moisés:

Y Yehováh dijo a Moisés: Escribe tú estas palabras; porque conforme a estas palabras he hecho pacto contigo y con Israel.
Y él estuvo allí con Yehováh cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, Los Diez Mandamientos.
Éxodo 34:27-28

Dentro de estos Diez Mandamientos, que hasta la mayoría de los Cristianos se jactan de observar, tenemos el Shabat, el cuarto mandamiento:

Acuérdate del día de Shabat (reposo) para santificarlo.
Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
mas el séptimo día es reposo para Yehováh tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Yehováh bendijo el día de reposo y lo santificó. Éxodo. 20:8-11

A pesar de que en este versículo nos habla de “acordarse” del día de Shabbat, en el recuento de los mandamientos en Deuteronomio 5 nos habla de “guardarlo“.

¿Porqué es el Shabbat el primer mandamiento?

Cuando el mandamiento de Shabbat fue primeramente, ‘declarado’ por el Creador en Éxodo 20, aparece en el cuarto lugar. Entonces ¿Porqué digo que el Shabbat es el primer mandamiento?

Simple, cuando seguimos la cronología de la salida de los Hijos de Israel de Egipto, en camino al Monte Sinaí, en el segundo mes, es cuando se quejaron y recibieron maná del cielo. A los pocos días de haber comenzado a caer el maná Moisés les dijo:

Esto es lo que ha dicho Yehováh: Mañana es el santo día de reposo (Shabbat), el reposo consagrado a Yehováh; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana. (Ex. 16:23)

Así es como podemos ver que el Shabbat fue introducido semanas antes de haber llegado los hijos de Israel al Monte Sinaí, y tuvo implicaciones en lo relacionado a la recolección y preparación de comida.

¿De dónde viene el Shabbat?

El Shabbat es definido en la semana de la creación, al comienzo del libro de Génesis. Miles de años antes de que la Torá fuese entregada e incluso Abraham fuese escogido, el Creador fijó este modelo y patrón de siete días. Cuando estudiamos distintos elementos de la Creación nos damos cuenta de que el número 7 es extremadamente relevante y no puede ser alterado, ya sea en las 7 notas musicales (do re mi fa sol la si), los 7 colores del arco iris o los 7 días de la semana. A lo largo de la narrativa Bíblica nos encontramos con este número una y otra vez.

Conclusión

Siendo el primer mandamiento que aparece luego de haber salido los hijos de Israel de la esclavitud, vemos que tiene una importancia especial. No es casualidad que la mayoría de los creyentes que se interesan en las raíces hebreas del Cristianismo comiencen con este mismo mandamiento.

En estos tiempos erráticos en los que vivimos, en donde empleamos la mayoría de nuestro tiempo en trabajar para conseguir bienes materiales, separar el día de Shabbat del resto de los días es una verdadera señal (Ex. 31:17) que nos recuerda a Quién servimos en verdad.

Para más información acerca del día de Shabbat haga click aquí.

Toráh Práctica

Te has preguntado: ¿Qué estoy haciendo aquí?

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Esta vida no es para buscar nuestros propios objetivos y satisfacciones; es para llevar a cabo el Plan Eterno diseñado por Yehováh.

Todo ser humano consciente de un destino eterno, se ha hecho esta pregunta por lo menos una vez durante su existencia.  Y la respuesta o la búsqueda de ella determina el sentido de nuestro diario vivir.

Cuando escuchamos o leemos la vida de Moshé por primera vez, no esperamos que el desarrollo de los eventos más importantes comenzara a la edad de ochenta años. Ahora, si tratamos de entrar en la mente de este hombre durante sus primeros cuarenta años de vida, quizás le hallaríamos preguntándose la por qué su vida era tan diferente a la de sus hermanos que estaban en esclavitud. Esta, fue para él una época de abundancia, comodidad, placeres, logros, reconocimiento y en general de todo lo que una persona desearía alcanzar en la vida.

Pero cuando quiso dejar de ser espectador y se convirtió en protagonista defendiendo a un esclavo y dando muerte al agresor, su vida se tornó una pesadilla. Se convirtió en prófugo, lo abandonó todo y habitando en una tierra extraña, se dedicó a cuidar los rebaños de su suegro, pues tal parece que hastiado de la riqueza y el poder, ni tuvo la motivación para tenerlos propios.

Así pasó los siguientes 40 años, y es probable que diera por concluida su misión en la vida. Mas Yehováh tenía otros planes: Lo llamó y lo comisionó para liberar a Yisrael de la esclavitud y así llegó a ser una persona cuya influencia permanece en todo el mundo hasta nuestros días.

Cuatro claves que te ayudarán a descubrir por qué estás aquí

  1. Primero que todo, ten presente que Yehováh nunca hará lo que tú puedas hacer; pero estará allí para ayudarte a lograr las cosas que están más allá de tus límites cuando hayas agotado todos tus recursos. En otras palabras, todo lo que esté a tu alcance para hacer buscando la solución de una situación y que sea legal e íntegro, debes hacerlo porque de allí en adelante es Yehováh quien puede intervenir.
  2. En segundo lugar, lo que sea que tengas a la mano para hacer, cualquier trabajo, tarea o aún cualquier actividad recreativa, hazla todo con la mejor actitud y poniendo lo mejor de ti.  Es la manera de crecer, de descubrir el verdadero significado de las cosas. Cuando te mueves perezosamente, con fastidio y con actitudes negativas, estas eliminando la posibilidad de descubrir nuevos horizontes. Muy probablemente, cuando a Moshé “le tocó” aprender a pastorear las ovejas de su suegro, lo hizo con la mejor actitud, porque es evidente que esa labor le permitió desarrollar áreas de su vida que luego le fueron útiles en el “pastoreo” de la nación que tuvo a su cargo.
  3. En tercer lugar necesitas cincelar en tu mente y corazón el concepto de la total Soberanía de Yehováh. ¿Acaso no se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Y en cuanto a vosotros, aun los cabellos de la cabeza, todos están contados” Mateo 10:29-30. Así lo expresó Yeshúa y eso fue lo que le sostuvo durante su paso por la tierra, permitiéndole cumplir su misión. Cuando aceptas esta Verdad y confías plenamente en ella, entonces tu corazón halla el reposo, y la paz encuentra un nido en tu alma; después de todo, puedes estar seguro de que Quien está contigo, es más grande que el que está en el mundo y Si Yehováh está contigo… ¿quién contra ti?
  4. En cuarto lugar, vive solamente un día a la vez, dejando el futuro en Sus manos porqueÉl tiene cuidado de nosotros. Las enseñanzas de Yeshúa fueron repetitivas respecto a esto: “…no os preocupéis por el día de mañana, bástele a cada día su propio mal  y …danos hoy nuestro pan de cada día… son palabras que nos instan a una total dependencia en el día a día de nuestro Creador. El sistema en que vivimos, busca manipular nuestros temores vendiéndonos inseguridad a cada paso; por eso los seguros de vida, de salud, de ahorro para la vejez, de sepelio, etc. Pero no podemos prever todas las eventualidades futuras que solo están en la manos de nuestro Padre. Por eso, entender el concepto de Su Soberanía, es vital para descubrir la respuesta planteada al inicio: ¿Qué estoy haciendo aquí? Reconocer que Yehováh tiene el control absoluto te permitirá desarrollar tu dependencia de Él y así serás conducido por su Providencia de manera aún imperceptible para que cumplas el plan que Él necesita que lleves a cabo y que es la razón por la cual te dio la existencia y te ha cuidado hasta ahora.

En conclusión

Esta vida no es para buscar nuestros propios objetivos y satisfacciones; es para llevar a cabo el Plan Eterno diseñado por Yehováh, en Él cual ha querido darnos participación, combinando maravillosamente nuestros intereses, talentos y circunstancias con su propósito eterno: Restaurar el orden en todo el Universo, sometiendo todas las cosas bajo sus pies: