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Profecía de Salomón para el Israel de los últimos tiempos


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¿Adónde vamos cuando morimos?

Los malos se van para el infierno, y los buenos se van para el cielo” son frases que escuchamos desde niños, pero, ¿existe alguna evidencia escritural que nos indique si realmente estos argumentos son verdaderos? Echemos un vistazo a las Escrituras y analicemos diferentes escenarios que nos pueden ayudar a responder la pregunta de “¿Adónde nos vamos cuando morimos?”… ¿Será al cielo o al infierno? ¿Qué dicen las escrituras al respecto? ¿Qué es el sheol, el hades? ¿En dónde están esas personas que ya fallecieron? ¿Los buenos estarán en el cielo y los malos en el infierno? Trataremos estas preguntas y veremos que dicen las escrituras para obtener una perspectiva bíblica.

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¿Cómo ser una persona según el corazón de Yehováh?

Habiendo sido el rey David un hombre de guerra, tuvo que enfrentar muchas dificultades hasta el día de su muerte, en gran parte debido a errores que cometió. Esta es la realidad de la vida. Aún cuando Yehováh perdonó a David cada vez que éste se arrepintió, igual tuvo que enfrentar las consecuencias de sus actos.

Nosotros no somos la excepción. Las decisiones que hicimos en el pasado conllevan consecuencias que nos han alcanzado ó nos alcanzarán y con las cuales tendremos que vivir hasta el día que partamos. Si bien Yehováh como un Padre compasivo nos da valor, sabiduría y firmeza para enfrentarlas, no las podremos evadir.

La Escritura nos dice de este hombre que era conforme al corazón de Yehováh:

…Yehováh ha buscado para sí un hombre según su corazón, al cual Yehováh ha designado como caudillo sobre su pueblo…
1 Samuel 13:14

Pero entonces cabe la pregunta: ¿En qué sentido era David un hombre según el corazón de Yehováh? Porque cuando leemos su historia, lo que hallamos es un hombre plagado de errores algunos de ellos fatales y muy graves, como lo fue el asesinato de Urías el esposo de Betsabé, con quien cometió adulterio. ¿Acaso Yehováh se complace con el pecado? ¿Lo tolera? ¿Cómo es que identifica a David como un hombre según Su corazón?

Para responder a estas preguntas necesitamos definir la expresión: “Según su corazón”. No significa que David fuera perfecto ó impecable como lo es Yehováh; significa que era un hombre capaz de reconocer sus errores y que tenía la voluntad para aprender a depender totalmente de Yehováh concediéndole el primer lugar en su vida.

De esto dan testimonio los Salmos. Por lo menos los 72 primeros fueron escritos por él (Salmo 72:20) y en todos ellos hallamos evidencias de arrepentimiento genuino; de declaraciones de dependencia absoluta de Yehováh; de proclamaciones de confianza en Su justicia; así como de reconocimiento de su fragilidad humana y sumisión sin reparo a la Soberanía de su Creador, entre otras cosas.

En estos Salmos no hallamos muestras de arrogancia, soberbia, altivez o autosuficiencia; eso sí, hallamos expresiones de dolor, de confusión, e incluso de deseos de venganza, pero todos estos sentimientos y emociones están expresados a Yehováh quien conoce el corazón, y puede sanarlo para evitar desatinos, revanchas, crueldad y demás manifestaciones propias de la naturaleza humana herida.

En otras palabras, tener un corazón conforme a Yehováh, consiste en:

  • Ser una persona transparente ante Él,
  • Expresarle todas las emociones propias ya sean éstas alegrías o frustraciones,
  • Reconocer las injusticias que uno ha cometido ante Él
  • Mostrar un genuino deseo de enderezar lo torcido en nuestra vida y
  • Comprometerse a crecer en la obediencia a Sus Instrucciones (Toráh).

En la vida de David, hallamos magníficas lecciones para motivarnos a levantar nuestros corazones de manera íntegra y con total sinceridad a Yehováh, con la certeza de que somos comprendidos por Él; y lo más importante: Que Yehováh no se queda rumiando nuestros errores pasados, sino animándonos a seguir adelante al supremo llamamiento que nos ha hecho.

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Sukot – La Fiesta de los Tabernáculos

¿Qué es Sucot (Sukot)? ¿Qué significa proféticamente? Como creyentes, ¿debemos celebrarlo? ¿Qué quiere decir, ‘morar en sucas’? ¿Qué dicen las Escrituras al respecto?

Sucot es uno de los “Moadim” o en español “Tiempos Señalados” de Yehováh, el cual toma lugar en el otoño. En el libro de Génesis se nos dice que Yehováh creo el cielo y la tierra, y que en el cuarto día también creo las lumbreras en la expansión de los cielos para que hicieran separación entre el día y la noche, además para que sirvieran de señal las estaciones o los “Moadim” o mejor conocido como las Fiestas de Yehováh, las cuales encontramos detalladas en Levítico 23.

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La Adversidad en medio de la Fiesta

Cuando Yeshúa vino por primera vez, cumplió las Fiestas de la Primavera a cabalidad: Él fue el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1:29), siendo sacrificado como el cordero de la Pascua. Yeshúa ascendió al Padre para presentar la ofrenda de los Primeros Frutos (1 Co 15:20) cumpliendo así el rol del Sumo Sacerdote que presentaba las primicias durante la Fiesta de Panes sin Levadura (Lev 23:11). Luego, finalmente vemos cómo, la promesa del Padre se cumplió en la Fiesta de Shavuot (Hechos 1:5) después de que Yeshúa hubiera estado por cuarenta días con sus discípulos después de haber resucitado.

Sin duda alguna sabemos que las Fiestas de Yehováh son sombras proféticas de cosas buenas que habían de suceder. Así lo describe el apóstol Pablo en Colosenses 2:16-17:

“Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir…”

Sin embargo, es importante destacar que cuando se aproxima el tiempo de las Fiestas del Yehováh, en ocasiones se presentan situaciones donde tenemos que lidiar con la adversidad. ¿Le ha sucedido a usted que semanas o días antes de ellas, usted o algún familiar suyo cae en cama debido a alguna enfermedad? ¿O quizás surge una emergencia económica familiar? ¿Las cosas se tornan mal en su matrimonio? ¿O simplemente las cosas no le están saliendo bien?

En lo personal, he tenido que enfrentarme varias veces a la adversidad desde que empecé a estudiar las Escrituras hebreas y a celebrar las Fiestas de Yehováh. Al principio fue frustrante; pero al pasar los años, llegué a entender que, en tiempos de Fiestas, puede existir oposición en el mundo espiritual cuyo propósito es desviarnos del objetivo primordial, que es celebrar con nuestro Padre sus Tiempos Señalados.

Este tipo de situaciones también están presentes en las Escrituras. Veamos un par de casos bíblicos donde, en momentos previos a las Fiestas, el pueblo de Israel se vio en envuelto en infortunios.

Analicemos el escenario del pueblo de Israel previo a la salida de Egipto. Justo antes de ser liberados de esclavitud, y de celebrar el Pesaj (la Pascua), los israelitas fueron oprimidos por Faraón con una mayor carga de trabajo. Yehováh había levantado a un profeta en medio de ellos, y les había prometido libertad; pero ocurrió lo contrario: Faraón les demandó más trabajo incluso con menos materia prima:

“Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo: De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja. Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella…” Éxodo 5:6-9.

Otro caso se da justo después de que Israel celebra la Pascua. Yehováh los libró del destructor y Faraón los dejó libres para que fueran a adorarle, todo lo cual sucede el primer día de la Fiesta de Panes Sin Levadura. Pasados unos cuantos días, Israel está por cruzar el Mar de Juncos (Mar Rojo) y una vez más se levanta la adversidad; esta vez viene a exterminar al pueblo. Faraón reúne a su ejercito y viene a toda marcha para destruir a Israel. Recordemos que, en este momento, Israel está de Fiesta (celebrando la Fiesta de Panes Sin Levadura = la salida de Egipto) y se dirige hacia la tierra prometida. No ha pasado mucho tiempo cuando ya algunos, al ver venir al Faraón, empiezan a dudar y a reclamarle a Moisés diciéndole:

“¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto” Éxodo 14:11-12.

Aquí me gustaría plantear la siguiente pregunta: ¿Cuántos de nosotros le hemos reclamado a Dios (o incluso a la persona que Dios usó para traernos al estudio de su palabra y a celebrar las Fiestas) que desde que iniciamos este caminar, las cosas no han salido bien?

Si continuamos leyendo el relato, nos daremos cuenta que Yehováh es el que se encarga de endurecer el corazón de Faraón para dirigirse en contra de Israel.

“Y he aquí, yo Yehováh endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería” Éxodo 14:17.

En otras palabras, hay ocasiones en que Yehováh es el que permite la adversidad en nuestras vidas, pero lo hace con un objetivo:

“…y sabrán los egipcios que yo soy Yehováh, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo… Y vio Israel aquel grande hecho que Yehováh ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Yehováh, y creyeron a Yehováh y a Moisés su siervo” Éxodo 14:18,31.

Si en estos días de Fiesta (o incluso en un futuro), usted está pasando por una prueba, recuerde las palabras que Moisés dijo al pueblo cuando Faraón venia a atacarlos:

“No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Yehováh hará hoy con vosotros… Yehováh peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos” Éxodo 14:13-14.

Yom Kipur Estudio

Yom Kipur – El Día de la Expiación

¿Qué es Yom Kipur (el día de la expiación)? Como creyentes, ¿Debemos observarlo?, ¿Qué quiere decir en el hebreo?, ¿Cuál es su significado profético?

Yom Kipur es uno de los “Moadim” o en español “tiempos señalados” de Yehováh, el cual toma lugar en el otoño. En el libro de Génesis se nos dice que Yehováh creo el cielo y la tierra, y que en el cuarto día también creo las lumbreras en la expansión de los cielos para que hicieran separación entre el día y la noche, además para que sirvieran de señal las estaciones o los “moadim” o mejor conocido como las Fiestas del Señor, las cuales encontramos detalladas en Levítico 23.

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