¿Qué hacía Yeshúa en La Fiesta de las Luces?

¿Acaso tiene algún sentido celebrar la Fiesta de las Luces – Janucá? ¿Por qué Yeshúa fue a Jerusalén con motivo de esta Fiesta? ¿Puede tener un significado para nosotros?

Si bien por la tradición apreciamos ésta época debido a las reuniones familiares y a los recuerdos de nuestra niñez, es conveniente revisar si estamos haciendo lo correcto de acuerdo a lo establecido por Yehováh nuestro Padre, porque una buena intención no es suficiente, si es que estamos actuando erróneamente.

Origen del Festival

Corría el año 164 AdC, y reinaba Antíoco Epífanes, sucesor de Alejandro Magno, quien había heredado la porción del Imperio Griego, conocida como Seleúcida y que incluía a Israel. Este Antíoco con delirios de divinidad, se proclamó a sí mismo dios y entró en la Casa de Yehováh en Yerushalayim, profanándola y contaminándola al colocar una imagen de Zeus y sacrificar un cerdo en el altar.

La valiente reacción de los Macabeos, una familia sacerdotal, condujo a Israel a enfrentar los ejércitos griegos en varias ocasiones; y sin duda alguna, los venció gracias a la intervención de Yehováh. Después de muchas batallas y una vez recuperada la Casa de Yehováh, los sacerdotes procedieron a su purificación efectuando los rituales prescritos por la Toráh.

La Leyenda de origen rabínico

En obediencia a la Toráh, debería encenderse la Menoráh (candelabro de siete brazos) que se hallaba en el Lugar Santo (Kadosh) y que Antíoco había ordenado apagar. Pero según la tradición, surgió un problema: Solo había aceite disponible para un día. ¿Cómo entonces, obedecerían el mandamiento de mantenerla encendida perpetuamente, si la preparación del aceite tardaría siete días según las instrucciones prescritas por la Toráh? El historiador Josefo narra en sus escritos, que sucedió un milagro: “el recipiente del que vertían el aceite a la lámpara, no se vació durante el tiempo (siete días) requerido para prepararlo.” Sin embargo vale la pena reclacar que esta narración no se encuentra en ningúno de los libros históricos de Israel.

A partir de entonces se celebra la Fiesta de la Dedicación o Janucá (del Templo), mencionada por Yohanán (Juan) en su evangelio porque Yeshúa estaba en Jerusalén con ocasión de tal celebración. Vale la pena aclarar, que ésta no forma parte de las Fiestas ordenadas por Yehováh en Levítico 23.

No dejes de ver el tema: ¿Qué significa Jánuca para nosotros?

¿Es Jánuca lo mismo que Navidad?

¡No!  Aunque las fechas coinciden algunas veces debido a la variación del calendario lunar, Janucá es una celebración que se originó 164 años antes del nacimiento de Yeshúa, mientras que la navidad se origina ¡en el año 320 después de Yeshúa! Siendo esta última una tradición de claro origen pagano, asociada con el nacimiento del dios Sol, el cual recibe variados nombres según la cultura: Ra, Grian, Helios, Inti, Apolo, Hiruko, Utur, Osiris, etc. Es decir, nada tiene que ver una celebración con la otra.

Cómo celebrar Jánuca

Esta Fiesta constituye una gran oportunidad para enseñar a los niños variadas verdades espirituales.

Las ocho velas pueden ser usadas para enseñar ó reflexionar con nuestra familia acerca de la Luz que Yehováh ha traído al mundo desde el principio: La Creación, Adán, los Mandamientos, los profetas, Yeshúa, el Ruaj HaKodesh (Espíritu Santo), los discípulos y nosotros mismos. Así en la medida que vamos añadiendo una vela cada día, vamos recordando cómo nuestro Padre siempre ha enviado luz en medio de las tinieblas.

También podemos orar cada noche en gratitud por esa luz, decorar la casa con luces y dar rienda suelta la imaginación para comunicar a nuestros niños verdades eternas, obviamente evitando las tradiciones que son de origen pagano y que contaminan la celebración.

Celebrar Janucá es una manera de honrar la memoria de aquellos valientes, y ancestros nuestros, que dieron sus vidas para hacer posible que hoy tengamos la Toráh en nuestras manos. Para un completo entendimiento de esta historia, te recomiendo leer el libros 1 Macabeos.

SI BIEN por la tradición apreciamos ésta época debido a las reuniones familiares y a los recuerdos de nuestra niñez, es conveniente revisar si estamos haciendo lo correcto de acuerdo a lo establecido por Yehováh nuestro Padre, porque una buena intención no es suficiente, si es que estamos actuando erróneamente.

Origen del Festival

Corría el año 164 AdC, y reinaba Antíoco Epífanes, sucesor de Alejandro Magno, quien había heredado la porción del Imperio Griego, conocida como Seleúcida y que incluía a Israel. Este Antíoco con delirios de divinidad, se proclamó a sí mismo dios y entró en la Casa de Yehováh en Yerushalayim, profanándola y contaminándola al colocar una imagen de Zeus y sacrificar un cerdo en el altar.

La valiente reacción de los Macabeos, una familia sacerdotal, condujo a Israel a enfrentar los ejércitos griegos en varias ocasiones; y sin duda alguna, los venció gracias a la intervención de Yehováh. Después de muchas batallas y una vez recuperada la Casa de Yehováh, los sacerdotes procedieron a su purificación efectuando los rituales prescritos por la Toráh.

La leyenda

En obediencia a la Toráh, debería encenderse la Menoráh (candelabro de siete brazos) que se hallaba en el Lugar Kadosh (Santo) y que Antíoco había ordenado apagar. Pero surgió un problema: Solo había aceite disponible para un día. ¿Cómo entonces, obedecerían el mandamiento de mantenerla encendida perpetuamente, si la preparación del aceite tardaría siete días según las instrucciones prescritas por la Toráh? El historiador Josefo narra en sus escritos, que sucedió un milagro: “el recipiente del que vertían el aceite a la lámpara, no se vació durante el tiempo (siete días) requerido para prepararlo.”

A partir de entonces se celebra la Fiesta de la Dedicación (del Templo), que es mencionada por Yohanán (Juan) en su evangelio.  Vale la pena aclarar, que ésta no es una de las Fiestas ordenadas por Yehováh, por cuanto se originó pocos años antes de la venida de Yeshúa, mientras que  las otras fueron ordenadas desde el tiempo del Exodo (Levítico 23).

No dejes de ver el tema: ¿Qué significa Jánuca para nosotros?

¿Es Jánuca lo mismo que Navidad?

¡No!  Aunque las fechas coinciden algunas veces debido a la variación del calendario lunar, Jánuca es una celebración que se originó 164 años antes del nacimiento de Yeshúa, mientras que la navidad se origina ¡en el año 320 después de Yeshúa! Siendo esta última una tradición de claro origen pagano, asociada con el nacimiento del dios Sol, el cual recibe variados nombres según la cultura: Ra, Grian, Helios, Inti, Apolo, Hiruko, Utur, Osiris, etc. Es decir, nada tiene que ver una celebración con la otra.

Cómo celebrar Jánuca

Esta Fiesta constituye una gran oportunidad para enseñar a los niños variadas verdades espirituales.

Las ocho velas pueden ser usadas para enseñar ó reflexionar con nuestra familia acerca de la Luz que desde el principio, Yehováh ha traído al mundo: La Creación, Adán, los Mandamientos, los profetas, Yeshúa, el Ruaj HaKodesh (Espíritu Santo), los discípulos y nosotros mismos. Así en la medida que vamos añadiendo una vela vamos recordando cómo nuestro Padre siempre ha enviado luz en medio de las tinieblas.

Podemos orar cada noche en gratitud por esa luz, decorar la casa con luces y dar rienda suelta la imaginación para comunicar a nuestros niños verdades eternas, obviamente evitando las tradiciones que son de origen pagano y que contaminan esta celebración.

Celebrar Jánuca es una manera de honrar la memoria de aquellos valientes, y ancestros nuestros, que dieron sus vidas para hacer posible que hoy tengamos la Toráh en nuestras manos. Para un completo entendimiento de esta historia, te recomiendo leer el libros 1 Macabeos.

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