…Si no mantenemos la conciencia de nuestra identidad, muy fácilmente seremos asimilados por el sistema del mundo y terminaremos actuando igual que los demás.
Seguramente muchas veces hemos escuchado que la historia es cíclica, es decir que se repite. Así es que los fenómenos sociales, económicos y espirituales que estamos viviendo en el presente, realmente no son algo nuevo; y aunque quizás lo sean para quienes desconocen la historia, bastaría que dieran un vistazo al pasado para darse cuenta que ‘nada hay nuevo debajo del sol’.
Esta es la principal razón por la cual la Torá mantiene su vibrante actualidad. Veamos un caso que tiene sus paralelos en el presente: A partir de Génesis 28, encontramos a Ya`akov, quien de manera similar a Avraham, dejó atrás su comodidad y el calor de su familia, para ir en busca de su destino, convirtiéndose luego en el padre de las doce tribus de Yisrael.
Huir para salvar la vida de manos de su hermano, fue solo una circunstancia que le impulsó en esa búsqueda; pero una vez más podemos ver cómo es Yehováh quien controla la historia y cuida de sus hijos para llevar a cabo sus planes eternos, muy a pesar de las debilidades y errores o desatinos de ellos.
Es muy probable que Ya`akov se sintiera solo y muy vulnerable; al iniciar su travesía; mas el sueño de la escalera le confirma que no lo está y que incluso está protegido por los ángeles de Yehováh quienes suben primeramente y luego bajan, dando a entender que han estado con él en su jornada. Entonces Yehováh desde la parte superior de la escalera le confirma la promesa hecha a su padre y a su abuelo.
…tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el mar, al oriente, al norte y hacia Neguev. Y en ti y en tu descendencia serán benditas todas las familias de la tierra. Génesis 28:14
Ninguno de quienes hemos decidido seguir a Yeshúa, dudamos de que somos descendencia de Avraham, y por supuesto de Yitsjak y de Ya`akov. Nosotros encarnamos el cumplimiento de esa promesa: en tu descendencia serán benditas TODAS las familias de la tierra.
Pero si no mantenemos la conciencia de nuestra identidad, muy fácilmente seremos asimilados por el sistema del mundo y terminaremos actuando igual que los demás; quizás siendo un poco religiosos, pero vacíos por dentro hasta que nos hartemos del juego y terminemos abandonando El Camino.
La escalera nos muestra la permanente conexión entre el cielo y la tierra así como la fidelidad y cuidado del Padre por sus hijos. Esa es una realidad permanente. Yehováh no ha abandonado su Creación y mucho menos a su pueblo. Muchas veces nos “sentiremos” solos, desorientados y quizás derrotados; pero no perdamos de vista que todo el proyecto de esta Creación, incluyéndonos a nosotros, fue idea de Yehováh y fue Él quien lo puso en marcha; y tengamos presente que finalmente es Su responsabilidad llevarlo a feliz término.
Tú y yo tenemos la oportunidad de formar parte de dicho plan, si tan solo consideramos seriamente Sus Instrucciones – Su Torá; nuestros errores y limitaciones están presupuestados y lo que nuestro Padre espera de nosotros es FIDELIDAD, antes que perfección, porque esta última, la alcanzaremos al mantenemos caminando con Yehováh.
¿Acaso no sucedió así con Ya`akov? ¿Cuántos errores cometió? muchos sin duda; pero nunca se volvió a otros dioses, ni dejó atrás la promesa que hizo aquella noche del sueño de la escalera.
Esforcémonos por ser leales, fieles y procuremos obedecer de la mejor manera, porque lo que nos haga falta para cumplir el propósito de Yehováh con nosotros, Él lo suplirá, tal como hizo con nuestros ancestros.