Los votos y promesas nos hacen esforzados para superar debilidades, moldear nuestro carácter y mejorar nuestras relaciones familiares o sociales. Mas si evadimos hacerlos, nos convertiremos en personas mediocres, que viven al ir y venir de las conveniencias o de las circunstancias.
Un voto es un compromiso solemne y voluntario que una persona hace con Yehováh o en presencia de Él. Implica una obligación sagrada de cumplir lo que se ha dicho, y muchas veces está asociado con un acto religioso o espiritual.
En hebreo, el término es “néder” (נֶדֶר).
Puede ser condicional (“Señor: si Tú haces esto… yo prometo…”) o pueder ser incondicional.
Un voto puede incluir acciones, abstenciones, entregas materiales, o dedicación personal.
Si un hombre hace un voto a Yehováh o hace un juramento que impone una obligación sobre sí, no debe faltar a la promesa; debe cumplir todo lo que ha salido de su boca. Números 30:2
Aquí se habla de votos a Yehováh. Aclaremos un poco más; diríamos entonces que los votos son algo que hacemos para superar nuestras debilidades, mejorar nuestro testimonio, nuestras relaciones, crecer más espiritualmente, honrar más a nuestro Padre y Creador, etc. Son cosas como: ‘Antes de desayunar voy a leer 15 minutos las Escrituras’; ó: ‘dedicaré dos horas a la semana para discipular a alguien’, etc.; cosas todas que deben quedar entre tú y tu Padre y que no necesitan ser publicadas para que “todo el mundo se entere”.
En el capítulo 30 de Números, es notable que en caso de que una mujer haga un voto, este puede ser anulado o confirmado por el varón que está en línea de autoridad sobre ella: Su padre ó su esposo. No es el pastor ni el líder. Recuerda cómo es la organización que Yehováh estableció para el hogar:
Beneficios de hacer votos
Mas si no hay nadie en autoridad sobre la mujer, porque es viuda o divorciada o quizás soltera independiente, ella es directamente responsable ante Yehováh por sus votos.
No debemos temer hacer votos. Ellos nos permiten resolver de antemano situaciones que habremos de enfrentar, pues ya habremos definido nuestra posición frente a asuntos que pueden aparecer sorpresivamente, y que usualmente nos presionan a tomar decisiones erradas. Así, los votos nos hacen esforzados para superar debilidades, moldear nuestro carácter, mejorar nuestras relaciones familiares o sociales, etc. Mas si evadimos hacerlos, nos convertiremos en personas mediocres, que viven al ir y venir de las conveniencias o de las circunstancias.
¿Qué es una promesa y en qué se diferencia de un Voto?
Una promesa es un compromiso verbal o escrito de hacer o no hacer algo. Puede hacerse entre personas o ante Dios, pero no siempre con el mismo nivel de solemnidad o consecuencias espirituales que un voto.
En hebreo, el término más común es “havtajah” (הַבְטָחָה).
- Es más general y puede implicar una intención firme, pero no necesariamente está sujeta a una consagración espiritual.
Ejemplo: “Prometo ayudarte con tu mudanza mañana.”
Esto no es un voto, aunque podría tener valor moral o ético.
Diferencias Clave
Característica | Voto | Promesa |
---|---|---|
Solemnidad | Alta, normalmente ante Dios | Menor, puede ser entre humanos |
Implicación espiritual | Sagrada y con consecuencias si se incumple | No necesariamente espiritual |
Formalidad | Tiene una estructura definida | Puede ser informal |
Condiciones | Puede ser condicional o incondicional | Similar, pero sin consagración |
Ejemplo bíblico | Ana y su voto por Samuel (1 Sam. 1:11) | Jacob promete volver a Betel (Gén. 28) |
Una seria advertencia
Cuando a Dios haces voto, no tardes en cumplirlo; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Es mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.
Eclesiastés 5:4-5
Esfuérzate y comprométete en dar pasos para ser mejor y serle fiel a Yehováh y a quienes te rodean. No dudes en hacer votos y promesas porque cuando tomes en serio éste tipo de decisiones, habrás resuelto tu comportamiento ante muchas tentaciones; habrás determinado tus prioridades y habrás dado a tu Padre y a Su Palabra el lugar que les corresponde en tu vida.
Yehováh nos ha dado espíritu de amor, poder y dominio propio para que hagamos la parte que nos corresponde, y Él entonces hará la suya.