Enoc, ¿el Hijo del Hombre?

Desde la perspectiva cristiana el concepto: Hijo del Hombre es a veces entendido como: “Hijo de Dios” o, a veces ¡como Dios mismo!

El Libro de Enoc ha sido fuente de gran interés y controversia en tiempos antiguos y modernos. Muchas personas dentro del movimiento mesiánico lo consideran como Escritura inspirada a pesar de no estar incluido en el canon bíblico. 

Hay varios elementos en esta obra, que la colocan históricamente junto con la literatura seudoepigráfica; posiblemente fue escrito entre el cuarto siglo AEC (Antes de la Era Común) y el primer siglo EC (Era Común). Es importante señalar también que, aparte de que existe más de un libro atribuido a Enoc, incluso dentro de este primer libro existen al menos cinco divisiones claras, que indicarían una sola autoría y posiblemente períodos diferentes.

En este artículo quiero discutir acerca de una temática específica contenida en el libro de Enoc: El Hijo del Hombre. En el ámbito cristiano todos conocen esta terminología puesto que es utilizada por Yeshúa, pero ¿Cómo se comparan los escritos de Enoc a las enseñanzas de Yeshúa en lo que respecta a este tema?

Yeshúa como el Hijo del Hombre

Analicemos primero lo que todos conocemos. Yeshúa se refirió a sí mismo como el Hijo del Hombre. De hecho, este término aparece en los Evangelios más de 60 veces, la mayoría de ellas siendo Yeshúa quien se autodenomina como el mismo.

Podemos ver ejemplos en donde el Hijo del Hombre es un ser celestial, con poder sobrenatural, comparable al significado dado en el libro de Enoc, como veremos a continuación:

Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.

Mateo 24:30

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria…

Mateo 25:31

Y por el otro lado vemos esta expresión aplicada a aspectos más humildes o terrenales de la experiencia humana:

Yeshúa le dijo: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.

Mateo 8:20

De algo podemos estar seguros, y eso es de que Yeshúa no inventó este concepto; y su audiencia de hace dos mil años, mayormente judía, ya lo había escuchado y constituía una parte esencial de la discusión bíblica y doctrinal de su tiempo.

El concepto Hijo del Hombre en las Escrituras Hebreas

Veamos algunos ejemplos en donde este término aparece en el canon bíblico:

¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?

Salmo 8:4

Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,

Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.

Salmo 80:17

En estos ejemplos en los Salmos (los cuales les invito a leer en contexto para tener una mejor comprensión), el término, es utilizado primero para referirse a una persona común, y segundo, para referirse a alguien específico que cumple con la voluntad de Yehováh. Podría tomarse con connotaciones mesiánicas, pero en mi opinión señala a todos aquellos que hacen Su voluntad.

Siendo consistentes con esta idea, vemos el término utilizado tanto por Ezequiel (decenas de veces) y por Daniel:

Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo.

Ezequiel 2:1

 Pero él me dijo: Entiende, hijo de hombre, porque la visión es para el tiempo del fin.

Daniel 8:17

En estos casos vemos claramente cómo el término es aplicado a Ezequiel y Daniel, dos hombres comunes.

Hijo de Hombre en hebreo es ben adam, literalmente: hijo de Adam. Es decir: toda la raza humana, porque todos somos hijos de Adam. Desde la perspectiva cristiana el concepto: Hijo del Hombre es a veces entendido como: “Hijo de Dios” o, a veces ¡como Dios mismo! Pero con todos los ejemplos presentados aquí, podrás ver cómo la imagen es bastante más rica e intrincada cuando la estudiamos en el contexto de todas las Escrituras.

Enoc, el Hijo del Hombre

Finalmente llegamos a Enoc. Y aquí es donde se pone interesante, ya que a diferencia de los ejemplos que les compartí del Tanaj, en el Libro de Enoc el hijo del hombre es un ser celestial, con muchísimo en común con el libro de Apocalipsis. Quienes desean estudiar esto en profundidad pueden leer los capítulos 46 al 71, en donde esta frase aparece 14 veces.

Me respondió y me dijo: «Este es el Hijo del Hombre, que posee la justicia y con quien vive la justicia y que revelará todos los tesoros ocultos, porque el Señor de los espíritus lo ha escogido y tiene como destino la mayor dignidad ante el Señor de los espíritus, justamente y por siempre. 

Enoc 46:3

Hay muchísimos paralelos también entre los atributos y la función de este Hijo del Hombre en el libro de Enoc, con profecías mesiánicas en Jeremías, Isaías, Daniel y otros profetas canónicos.

Otras partes, nos remitirán a conceptos que hasta el momento hubiésemos asociado solo con Yeshúa y la teología mesiánica, tal como el siguiente:

El se sentó sobre el trono de su gloria y la suma del juicio le ha sido dada al Hijo del Hombre y Él ha hecho que los pecadores sean expulsados y destruidos de la faz de la tierra. […] A partir de entonces nada se corromperá, porque este Hijo del Hombre ha aparecido y se ha sentado en el trono de su gloria, toda maldad se alejará de su presencia y la palabra de este Hijo del Hombre saldrá y se fortalecerá ante el Señor de los espíritus. Esta es la tercera parábola de Enoc.

Enoc 69:27,29

El momento más problemático llega en el capítulo 71, cuando Enoc, trasladado al cielo, le es revelada la identidad de este misterioso hijo del hombre (énfasis dado a las palabras en negrita):

Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo: tú eres el Hijo del Hombre que ha sido engendrado por la justicia, la justicia reside sobre y la Cabeza de los Días no te abandonará». Me dijo: «Él proclamará sobre ti la paz, en nombre del mundo por venir, porque desde allí ha provenido la paz desde la creación del mundo y así la paz estará sobre ti para siempre y por toda la eternidad. 

Enoc 71:13-14

A pesar de que a muchos les guste especular acerca de las posibles “profecías mesiánicas” contenidas en el libro de Enoc, es importante reconocer que el autor atribuyó estas características y título a Enoc mismo.

Para sumar a la confusión, un traductor del libro de Enoc al inglés, llamado R.H. Charles, traducción de la cual provienen muchas de las versiones que se encuentran distribuidas en internet, cambió erróneamente la traducción para que las referencias al Hijo del Hombre apareciesen en tercera persona. Es decir, en lugar de leerse: “Tú eres el hijo del hombre”, en su versión se lee: “Este es el Hijo del Hombre” y de la misma manera en las demás instancias. Esto se debe a la intención de querer alinear este texto con el entendimiento cristiano de quién es el Hijo del Hombre. Sería inaceptable desde la perspectiva cristiana, aceptar que Enoc fuera ese Hijo del Hombre descrito en el texto, cuando Yeshúa se describe a sí mismo de la misma manera.

Conclusión

No es la intención de este artículo confundir a nadie ni poner al lector en la posición de elegir quién es “El Hijo del Hombre“. En la perspectiva judía una cosa no contradice a la otra, a pesar de que aparenten ser mutuamente excluyentes. Como les compartí, el término: Hijo de hombre , e: Hijo del hombre, aparecen de manera extensa en las Escrituras Hebreas.

Por el otro lado, tanto si uno acepta o no el libro de Enoc como “inspirado”, se tiene que aceptar y tener conocimiento, de que el autor atribuyó a Enoc mismo este título.

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