Cortesía del Club de Patrocinadores
Salvo las instrucciones para la noche de Pesaj, y el construir cabañas para Sukot, no se nos dice nada respecto a rituales o programas que las personas del pueblo deberían llevar a cabo en sus casas.
Conforme surgen publicaciones y videos de personas que han decidido seguir los caminos de la Toráh, van apareciendo demandas, normas, reglas, manuales, procedimientos y muchas cosas más, que pretenden “regular” la manera en que debemos actuar, la mayoría de las cuales son meras invenciones de hombres. Ante esto resulta inevitable recordar las palabras de Yeshúa al respecto:
Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres. Mateo 15:7-9
Resulta obvio que al empezar un sendero nuevo, como este de regresar a lo que nuestro Padre Yehováh estableció originalmente, nos hallemos perdidos en cuanto a qué hacer o cómo hacer las cosas, en particular cuando se trata de las celebraciones o Fiestas de Yehováh.
Es entonces cuando buscamos, o simplemente “nos llega” un manual, un método, o programa de lo que debemos hacer, y eso en el judaísmo se llama: Seder.
En un sentido general, un SEDER (סֵדֶר en hebreo) es un “orden” o “arreglo” y se refiere a una ceremonia o evento ritual que sigue una secuencia específica de pasos o actividades, diseñado para conmemorar, educar, y unir a la comunidad en una experiencia espiritual y significativa. Aunque el término se usa más comúnmente en referencia al Seder de Pésaj, la idea subyacente de un seder puede aplicarse a otras ceremonias y prácticas que tienen un orden estructurado.
Ahora veamos las características generales de un SEDER
- Tiene una secuencia estructurada:
Un seder se caracteriza por seguir un orden preestablecido de acciones, lecturas y rituales. Esta estructura es cuidadosamente diseñada para cumplir con propósitos religiosos, educativos y comunitarios. - Elementos Rituales:
Los seders generalmente incluyen una combinación de bendiciones, oraciones, lecturas de textos sagrados, himnos, comidas simbólicas y otras acciones rituales. Cada elemento tiene un significado específico y contribuye al propósito general del evento. - Narrativa y Educación:
Un componente central de muchos seders es la narración de una historia o la enseñanza de conceptos religiosos. Por ejemplo, el seder de Pésaj se centra en la narración del Éxodo de Egipto. - Participación Comunitaria:
Los seders suelen ser eventos comunitarios o familiares donde todos los participantes tienen roles y responsabilidades. Esto puede incluir la recitación de textos, la realización de acciones rituales o la participación en discusiones.
Pero… ¿es mandatorio tener un Seder para cada Fiesta de Yehováh?
La respuesta sencilla es: NO. Porque no encontramos en la Toráh nada que nos diga “cómo” hacer las celebraciones, aparte de las instrucciones explícitas respecto de los oficios en La Casa de Yehováh. Eran los cohanim (sacerdotes) y los levitas, quienes tenían la responsabilidad de seguir minuciosamente tales instrucciones. Pero al pueblo solo se le ordenaba ir a Jerusalén para las tres Fiestas: Matzot (Panes sin Levadura), Shavuot (Pentecostés) y Sukkot (Cabañas o Tabernáculos). Obviamente deberían llevar ciertas ofrendas, todas relacionadas con su trabajo agrícola o ganadero. Pero salvo las instrucciones para la noche de Pesaj, y el construir cabañas para Sukot, no se nos dice nada respecto a rituales o programas que las personas del pueblo deberían llevar a cabo en sus casas.
La pregunta que surge es: ¿Entonces es malo seguir un seder, u orden, o ritual en nuestras casas para cada Fiesta? No. No lo es; pero debemos preguntarnos quién es el autor de ese “seder” y ser conscientes de que muchos de ellos, tienen un significado cultural para nuestros hermanos de Judá, que los han venido desarrollando a los largo de las generaciones e incorporando rituales de gran significado para ellos y sus familias, pero que seguramente no tienen sentido para nosotros.
Ahora bien, la ausencia de información al respecto en la Toráh, es una clara sugerencia de nuestro Padre Yehováh, para que hagamos lo que creamos conveniente, siempre y cuando tenga un significado para nosotros, y constituya una forma de hacer memoria, de enseñar, de educar y de fortalecer los lazos fraternales de los participantes.
Veamos un par de ejemplos
Seder de Rosh Hashaná. Celebra el año nuevo judío al comienzo del Séptimo mes; incluye el consumo de manzanas y miel, oraciones, plegarias y otras cosas de regocijo. Pero lo más importante que ordena la Toráh, el toque del Shofar o de las trompetas, ¡se omite! Además el año no comienza en el Séptimo mes. Entonces lo hacemos porque nuestro hermanos lo hacen así? Piensa, piensa…
Seder de Shabbat. ¿Dónde encontramos en la Toráh, instrucciones respecto a las 39 categorías (cada una de ellas abarca otra serie de actividades), que no se pueden hacer en este día? ¿Dónde se nos dice qué podemos hacer, o cómo debemos orar, o en qué posición debemos hacerlo, o qué cánticos debemos entonar, o qué deberemos comer o cómo nos debemos vestir? ¡En ninguna parte!
Y así puedes encontrar “manuales” o “seders” o “Sidures”, hechos con la mejor intención pero que terminan “atando” la vida de la gente y restándole el gozo a la celebración por andar pendientes de cumplir las normas del programa. Recuerda las palabras de Yeshúa:
Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas,
mandamientos de hombres.
Fácilmente tales instrucciones terminan convirtiéndose en doctrinas y dolorosamente, quienes hemos sido liberados de las religiones hechas por hombres, volvemos a lo mismo. Pareciera que ese es nuestro gusto.
Pero no tiene que ser así. Yeshúa pagó un precio alto para liberarnos y ahora que somos libres, necesitamos mantener esa libertad. Pero dirás: ¿entonces cómo celebro?
Sencillo: Escudriña la Palabra de nuestro Padre, para ver qué te dice respecto a la celebración que tienes en mente. Acto seguido ora buscando su guía y exprésale tu deseo de hacer una celebración en Su honor y en gratitud por Su bondad para contigo y los tuyos y planea realizar algo fuera de lo común, que pueda ser usado para comunicar el valor y significado de esa celebración para ti.
Puede ser una cena especial, la lectura de una porción que tiene especial significado para ti y tu familia, puede ser hacer memoria de algún evento en el que Yehováh intervino maravillosamente, etc. durante ese tiempo provoca un tiempo de oración espontánea de algunos de los participantes y gózate por la bondad de nuestro Padre. Quizás con el paso de los años esto termine convirtiéndose en tu seder. El seder de tu familia, que tiene especial significado para ti y los tuyos, pero no por eso, se le debe imponer a otros.
Sea Yehováh dándote entendimiento y sabiduría en todo.