El Fin que marca un nuevo comienzo
Deuteronomio 33:1 – 34:12
Parashá Vezot – Ha’Brajá

La última porción de la Torá se conoce como “Y esta es la bendición” (Vezot HaBrajá). En ella, Moshé, antes de morir, bendice a cada tribu de Israel, recordando su papel y destino dentro del plan de Yehováh. Sus palabras resaltan la fidelidad del Creador, Su guía durante el éxodo y Su justicia al escoger a Israel como Su pueblo.
Después, Moshé sube al monte Nebo, desde donde Yehováh le muestra toda la Tierra Prometida, aunque no le permite entrar en ella. Allí muere, y el pueblo de Israel lo llora durante treinta días.
Nunca volvió a levantarse otro profeta como Moshé, que haya conocido a Yehováh cara a cara y realizado tan grandes señales y maravillas ante todo Israel.
El Texto de la Biblia RVAH
Encuentra aquí las lecturas completas de la Torá, la Haftará (Profetas) y los Evangelios correspondientes a esta parashá, en la versión Reina-Valera-Hebraica, actualizada con los nombres de Yehováh y Yeshúa.
TORAH | Deuteronomio 33:1 - 34:12
33
1Esta es la bendición con la cual bendijo Moshé varón de Dios a los hijos de Israel, antes que muriese. 2Dijo:
Yehováh vino de Sinaí,
y de Seir les esclareció;
resplandeció desde el monte de Parán,
y vino de entre diez millares de santos,
con la ley de fuego a su mano derecha.
3Aun amó a su pueblo;
todos los consagrados a él estaban en su mano;
por tanto, ellos siguieron en tus pasos,
recibiendo dirección de ti,
4cuando Moshé nos ordenó una ley,
como heredad a la congregación de Ya'akov.
5Y fue rey en Jesurún,
cuando se congregaron los jefes del pueblo
con las tribus de Israel.
6Viva Rubén, y no muera;
y no sean pocos sus varones.
7Y esta bendición profirió para Judá. Dijo así:
Oye, oh Yehováh, la voz de Judá,
y llévalo a su pueblo;
sus manos le basten,
y tú seas su ayuda contra sus enemigos.
8A Leví dijo:
Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón piadoso,
a quien probaste en Masah,
con quien contendiste en las aguas de Meriba,
9quien dijo de su padre y de su madre: Nunca los he visto;
y no reconoció a sus hermanos,
ni a sus hijos conoció;
pues ellos guardaron tus palabras,
y cumplieron tu pacto.
10Ellos enseñarán tus juicios a Jacob,
y tu ley a Israel;
pondrán el incienso delante de ti,
y el holocausto sobre tu altar.
11Bendice, oh Yehováh, lo que hicieren,
y recibe con agrado la obra de sus manos;
hiere los lomos de sus enemigos,
y de los que lo aborrecieren, para que nunca se levanten.
12A Benjamín dijo:
El amado de Yehováh habitará confiado cerca de él;
lo cubrirá siempre,
y entre sus hombros morará.
13A José dijo:
bendita de Yehováh sea tu tierra,
con lo mejor de los cielos, con el rocío,
y con el abismo que está abajo.
14Con los más escogidos frutos del sol,
con el rico producto de la luna,
15con el fruto más fino de los montes antiguos,
con la abundancia de los collados eternos,
16Y con las mejores dádivas de la tierra y su plenitud;
y la gracia del que habitó en la zarza
venga sobre la cabeza de José
y sobre la frente de aquel que es príncipe entre sus hermanos.
17Como el primogénito de su toro es su gloria,
y sus astas como astas de búfalo;
con ellas acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra;
ellos son los diez millares de Efraín,
y ellos son los millares de Manasés.
18A Zabulón dijo:
Alégrate, Zabulón, cuando salieres;
y tú, Isacar, en tus tiendas.
19Llamarán a los pueblos a su monte;
allí sacrificarán sacrificios de justicia,
por lo cual chuparán la abundancia de los mares,
y los tesoros escondidos de la arena.
20A Gad dijo:
Bendito el que hizo ensanchar a Gad;
como león reposa,
y arrebata brazo y testa.
21Escoge lo mejor de la tierra para sí,
porque allí le fue reservada la porción del legislador.
y vino en la delantera del pueblo;
con Israel ejecutó los mandatos y los justos decretos de Yehováh.
22A Dan dijo:
Dan es cachorro de león
que salta desde Basán.
23A Neftalí dijo:
Neftalí, saciado de favores,
y lleno de la bendición de Yehováh,
posee el occidente y el sur.
24A Aser dijo:
Bendito sobre los hijos sea Aser;
sea el amado de sus hermanos,
y moje en aceite su pie.
25Hierro y bronce serán tus cerrojos,
y como tus días serán tus fuerzas.
26No hay como el Dios de Jesurún,
quien cabalga sobre los cielos para tu ayuda,
y sobre las nubes con su grandeza.
27El eterno Dios es tu refugio,
y acá abajo los brazos eternos;
Él echó de delante de ti al enemigo,
y dijo: Destruye!
28E Israel habitará confiado,
la fuente de Ya'akov habitará sola
en tierra de grano y de vino;
también sus cielos destilarán rocío.
29Bienaventurado tú, oh Israel.
¿Quién como tú,
pueblo salvo por Yehováh,
escudo de tu socorro,
y espada de tu triunfo?
Así que tus enemigos serán humillados,
y tú hollarás sobre sus alturas.
34
1Subió Moshé de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está enfrente de Jericó; y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan, 2todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental; 3el Neguev, y la llanura, la vega de Jericó, ciudad de las palmeras, hasta Zoar. 4Y le dijo Yehováh: Esta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Ya'akov, diciendo: A tu descendencia la daré. Te he permitido verla con tus ojos, mas no pasarás allá. 5Y murió allí Moshé siervo de Yehováh, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Yehováh. 6Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy. 7Era Moshé de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor. 8Y lloraron los hijos de Israel a Moshé en los campos de Moab treinta días; y así se cumplieron los días del lloro y del luto de Moshé.
9Y Josué hijo de Nun fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moshé había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le obedecieron, e hicieron como Yehováh mandó a Moshé. 10Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moshé, a quien haya conocido Jehová cara a cara; 11nadie como él en todas las señales y prodigios que Yehováh le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón y a todos sus siervos y a toda su tierra, 12y en el gran poder y en los hechos grandiosos y terribles que Moshé hizo a la vista de todo Israel.
PROFETAS | Josué 1:1-18
1
1Aconteció después de la muerte de Moshé siervo de Yehováh, que Yehováh habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moshé, diciendo: 2Mi siervo Moshé ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que Yo les doy a los hijos de Israel. 3Yo os he entregado, como lo había dicho a Moshé, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. 4Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. 5Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moshé, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. 6Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. 7Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moshé te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 8Nunca se apartará de tu boca este libro de la Torá, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Yehováh tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
10Y Josué mandó a los oficiales del pueblo, diciendo: 11Pasad por en medio del campamento y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos comida, porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Yehováh vuestro Dios os da en posesión.
12También habló Josué a los rubenitas y gaditas y a la media tribu de Manasés, diciendo: 13Acordaos de la palabra que Moshé, siervo de Yehováh, os mandó diciendo: Yehováh vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra. 14Vuestras mujeres, vuestros niños y vuestros ganados quedarán en la tierra que Moshé os ha dado a este lado del Jordán; mas vosotros, todos los valientes y fuertes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis, 15hasta tanto que Yehováh haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también posean la tierra que Yehováh vuestro Dios les da; y después volveréis vosotros a la tierra de vuestra herencia, la cual Moshé siervo de Yehováh os ha dado, a este lado del Jordán hacia donde nace el sol; y entraréis en posesión de ella. 16Entonces respondieron a Josué, diciendo: Nosotros haremos todas las cosas que nos has mandado, e iremos adondequiera que nos mandes. 17De la manera que obedecimos a Moshé en todas las cosas, así te obedeceremos a ti; solamente que Yehováh tu Dios esté contigo, como estuvo con Moshé. 18Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y no obedeciere a tus palabras en todas las cosas que le mandes, que muera; solamente que te esfuerces y seas valiente.
Evangelios | Hechos 1:1-14
1
1En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Yeshúa comenzó a hacer y a enseñar, 2hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido; 3a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del Reino de Dios. 4Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Yerushalayim, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
6Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 8pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Yerushalayim, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 9Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. 10Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Yeshúa, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
12Entonces volvieron a Yerushalayim desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Yerushalayim, camino de un Shabbat. 13Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Kefa y Ya'akov, Yohanan, Andrés, Felipe, T'oma, Bar'Talamai, Mattiyahu, Ya'akov Ben-Halfai, Shim'on el Zelote y Y'hudah Ben-Ya'akov. 14Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con Miryam la madre de Yeshúa, y con sus hermanos.
Podcast veZot haBrajá - Esta es la bendición
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