El nombre Israel aparece por primera vez en esta sección de la Torá. Jacob es nombrado así por el misterioso ser con el que luchó hasta el alba en camino de regreso a la tierra de Canaán.
Lo que Ya’akov no sabía en ese momento, es que ese nombre, a través de su descendencia, se convertiría en el emblema de una gran nación que perduraría a través de los siglos y milenios.