Los Primeros Frutos Y la Cuenta del Omer

El primer día de la semana (domingo) las mujeres fueron al lugar de la tumba

Semana Santa y Pesaj

Este año (2025) coincidió la “Semana Santa”, celebrada por la cristiandad tradicional, con la semana de Matzot (Panes sin Levadura) la Fiesta establecida por nuestro Padre Yehováh. Aparte de la profesión de fe de quienes nos rodean, son días en los que de una u otra manera, las personas se ven confrontadas con la razón de este tiempo: El juicio llevado a cabo por la élites religiosas de la época en contra de Yeshúa (Jesús), y su posterior ejecución en el madero por mano de los romanos. Tres días y tres noches después habría de resucitar.

El Texto de la Biblia RVAH

Encuentra aquí las lecturas completas de la Torá, la Haftará (Profetas) y los Evangelios correspondientes a esta parashá, en la versión Reina-Valera-Hebraica, actualizada con los nombres de Yehováh y Yeshúa.

17Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, 'Elohim no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo 'Elohim: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18Mas hizo 'Elohim que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados. 19Tomó también consigo Moshe los huesos de Yosef, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: 'Elohim ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros. 20Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto. 21Y Yehováh iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.

14

1Habló Yehováh a Moshe, diciendo: 2Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis junto al mar. 3Porque Faraón dirá de los hijos de Israel: Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado. 4Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yehováh. Y ellos lo hicieron así.

5Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva? 6Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo; 7y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos. 8Y endureció Yehováh el corazón de Faraón rey de Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían salido con mano poderosa. 9Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampados junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-zefón.

10Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Yehováh. 11Y dijeron a Moshe: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? 12¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. 13Y Moshe dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. 14Yehováh peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos. 15Entonces Jehová dijo a moshe: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 16Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco. 17Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus carros y en su caballería; 18y sabrán los egipcios que yo soy Yehováh, cuando me glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.

19Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 20e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros.

21Y extendió Moshe su mano sobre el mar, e hizo Yehováh que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. 22Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 23Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. 24Aconteció a la vigilia de la mañana, que Yehováh miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios, 25y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. 26Y Yehováh dijo a Moshe: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. 27Entonces Moshe extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Yehováh derribó a los egipcios en medio del mar. 28Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. 29Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.

30Así salvó Yehováh aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. 31Y vio Israel aquel grande hecho que Yehováh ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Yehováh, y creyeron a Yehováh y a Moshe su siervo.

15

1Entonces cantó Moshe y los hijos de Israel este cántico a Yehováh, y dijeron:

Cantaré yo a Yehováh, porque se ha magnificado grandemente;

Ha echado en el mar al caballo y al jinete.

2Yehováh es mi fortaleza y mi cántico,

Y ha sido mi salvación.

Este es mi Dios, y lo alabaré;

Dios de mi padre, y lo enalteceré.

3Yehováh es varón de guerra;

Yehováh es su nombre.

4Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;

Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.

5Los abismos los cubrieron;

Descendieron a las profundidades como piedra.

6Tu diestra, oh Yehováh, ha sido magnificada en poder;

Tu diestra, oh Yehováh, ha quebrantado al enemigo.

7Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti.

Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.

8Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;

Se juntaron las corrientes como en un montón;

Los abismos se cuajaron en medio del mar.

9El enemigo dijo:

Perseguiré, apresaré, repartiré despojos;

Mi alma se saciará de ellos;

Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.

10Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;

Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.

11¿Quién como tú, oh Yehováh, entre los dioses?

¿Quién como tú, magnífico en santidad,

Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?

12Extendiste tu diestra;

La tierra los tragó.

13Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste;

Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.

14Lo oirán los pueblos, y temblarán;

Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.

15Entonces los caudillos de Edom se turbarán;

A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor;

Se acobardarán todos los moradores de Canaán.

16Caiga sobre ellos temblor y espanto;

A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra;

Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Yehováh,

Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.

17Tú los introducirás y los plantarás en el monte de tu heredad,

En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Yehováh,

En el santuario que tus manos, oh Yehováh, han afirmado.

18Jehová reinará eternamente y para siempre.

19Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Yehováh hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar. 20Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. 21Y María les respondía:

Cantad a Yehováh, porque en extremo se ha engrandecido;

Ha echado en el mar al caballo y al jinete.

22E hizo Moshe que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. 23Y llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron el nombre de Mara. 24Entonces el pueblo murmuró contra Moshe, y dijo: ¿Qué hemos de beber? 25Y Moshe clamó a Yehováh, y Yehováh le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Yehováh vuestro Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Yehováh tu sanador.

22

1Habló David a Yehováh las palabras de este cántico, el día que Yehováh le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. 2Dijo:

Yehováh es mi roca y mi fortaleza, y mi libertador;

3Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;

Mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio;

Salvador mío; de violencia me libraste.

4Invocaré a Yehováh, quien es digno de ser alabado,

Y seré salvo de mis enemigos.

5Me rodearon ondas de muerte,

Y torrentes de perversidad me atemorizaron.

6Ligaduras del Seol me rodearon;

Tendieron sobre mí lazos de muerte.

7En mi angustia invoqué a Yehováh,

Y clamé a mi Dios;

El oyó mi voz desde su templo,

Y mi clamor llegó a sus oídos.

8La tierra fue conmovida, y tembló,

Y se conmovieron los cimientos de los cielos;

Se estremecieron, porque se indignó él.

9Humo subió de su nariz,

Y de su boca fuego consumidor;

Carbones fueron por él encendidos.

10E inclinó los cielos, y descendió;

Y había tinieblas debajo de sus pies.

11Y cabalgó sobre un querubín, y voló;

Voló sobre las alas del viento.

12Puso tinieblas por su escondedero alrededor de sí;

Oscuridad de aguas y densas nubes.

13Por el resplandor de su presencia se encendieron carbones ardientes.

14Y tronó desde los cielos Yehováh,

Y el Altísimo dio su voz;

15Envió sus saetas, y los dispersó;

Y lanzó relámpagos, y los destruyó.

16Entonces aparecieron los torrentes de las aguas,

Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo;

A la reprensión de Yehováh,

Por el soplo del aliento de su nariz.

17Envió desde lo alto y me tomó;

Me sacó de las muchas aguas.

18Me libró de poderoso enemigo,

Y de los que me aborrecían, aunque eran más fuertes que yo.

19Me asaltaron en el día de mi quebranto;

Mas Yehováh fue mi apoyo,

20Y me sacó a lugar espacioso;

Me libró, porque se agradó de mí.

21Yehováh me ha premiado conforme a mi justicia;

Conforme a la limpieza de mis manos me ha recompensado.

22Porque yo he guardado los caminos de Yehováh,

Y no me aparté impíamente de mi Dios.

23Pues todos sus decretos estuvieron delante de mí,

Y no me he apartado de sus estatutos.

24Fui recto para con él,

Y me he guardado de mi maldad;

25Por lo cual me ha recompensado Jehová conforme a mi justicia;

Conforme a la limpieza de mis manos delante de su vista.

26Con el misericordioso te mostrarás misericordioso,

Y recto para con el hombre íntegro.

27Limpio te mostrarás para con el limpio,

Y rígido serás para con el perverso.

28Porque tú salvas al pueblo afligido,

Mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos.

29Tú eres mi lámpara, oh Yehováh;

Mi Dios alumbrará mis tinieblas.

30Contigo desbarataré ejércitos,

Y con mi Dios asaltaré muros.

31En cuanto a Dios, perfecto es su camino,

Y acrisolada la palabra de Yehováh.

Escudo es a todos los que en él esperan.

32Porque ¿quién es Dios, sino sólo Yehováh?

¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?

33Dios es el que me ciñe de fuerza,

Y quien despeja mi camino;

34Quien hace mis pies como de ciervas,

Y me hace estar firme sobre mis alturas;

35Quien adiestra mis manos para la batalla,

De manera que se doble el arco de bronce con mis brazos.

36Me diste asimismo el escudo de tu salvación,

Y tu benignidad me ha engrandecido.

37Tú ensanchaste mis pasos debajo de mí,

Y mis pies no han resbalado.

38Perseguiré a mis enemigos, y los destruiré,

Y no volveré hasta acabarlos.

39Los consumiré y los heriré, de modo que no se levanten;

Caerán debajo de mis pies.

40Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea;

Has humillado a mis enemigos debajo de mí,

41Y has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,

Para que yo destruyese a los que me aborrecen.

42Clamaron, y no hubo quien los salvase;

Aun a Jehová, mas no les oyó.

43Como polvo de la tierra los molí;

Como lodo de las calles los pisé y los trituré.

44Me has librado de las contiendas del pueblo;

Me guardaste para que fuese cabeza de naciones;

Pueblo que yo no conocía me servirá.

45Los hijos de extraños se someterán a mí;

Al oír de mí, me obedecerán.

46Los extraños se debilitarán,

Y saldrán temblando de sus encierros.

47Viva Jehová, y bendita sea mi roca,

Y engrandecido sea el Dios de mi salvación.

48El Dios que venga mis agravios,

Y sujeta pueblos debajo de mí;

49El que me libra de enemigos,

Y aun me exalta sobre los que se levantan contra mí;

Me libraste del varón violento.

50Por tanto, yo te confesaré entre las naciones, oh Yehováh,

Y cantaré a tu nombre.

51El salva gloriosamente a su rey,

Y usa de misericordia para con su ungido,

A David y a su descendencia para siempre.

20

1El primer día de la semana, Miriam de Magdala fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. 2Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Yeshúa, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. 3Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. 4Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. 6Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, 7y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. 8Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. 9Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. 10Y volvieron los discípulos a los suyos.

11Pero Miriam estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; 12y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Yeshúa había sido puesto. 13Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. 14Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Yeshúa.

¿Bikurim? ¿O reshit k’tzirjem?

¿Cómo presentó Yeshúa sus Primeros Frutos?
¿Y cómo podemos presentarlos nosotros?

Infografía

Panes sin Levadura y Primeros Frutos

CALENDARIO BÍBLICO RESTAURADO 2025-2026

Descubre el poder y la fe de las mujeres de la Biblia a lo largo del año. Cada mes, una de ellas cobra vida: Ester, Rut, María y muchas más.

Bikurim (בִּכּוּרים) – Primeros frutos

El día de las Primicias NO es llamado Yom haBikurim en la Toráh. Esta es una designación que el movimiento mesiánico hizo erróneamente.

¿Qué es un Omer?

La palabra gavilla en hebreo es omer (עֹמֶר), y se está hablando del omer “de las primicias”.

¿Cuándo empieza la Cuenta del Omer?

La Cuenta del Omer y se realiza al caer el sol cada día a partir del siguiente día al Shabbat semanal que haya habido durante el Festival de Matzot

Únete al Club de Patrocinadores

Contenido exclusivo

No hace falta un manual (seder) para cada Fiesta de Yehováh

Salvo las instrucciones para Pesaj, y Sukot, la Torá no nos ordena nada más respecto a las Fiestas.

Las Fiestas de Primavera de Yehováh

E-Book cuidadosamente elaborado para proveer una guía clara y visual sobre las Santas Convocaciones de Pésaj, Jag HaMatzot, Reshit Katzir (Primicias) y Shavuot.